El derbi se saldó sin detenidos pese a que una hora antes se vivieron escenas de pánico debido a la pelea entre seguidores de la peña blanquiazul "Herculigans" y la franjiverde "Jove Elx". Este incidente, que se produjo fuera del estadio y en la zona de Tribuna, oscureció los prolegómenos de un encuentro que posteriormente se desarrolló sin más muestras de violencia.
Según fuentes consultadas, un reducido grupo de históricos miembros de la peña "Herculigans" viajaron a Elche en sus vehículos particulares sin más intención que la de "reventar" el derbi. Estos ocho seguidores blanquiazules acudieron directamente a la zona de Fondo Norte, territorio natural de la "Jove Elx", y ahí comenzaron las provocaciones. Los seguidores franjiverde no tardaron demasiado en reaccionar y en ese momento comenzó la pelea. Al reducido grupo de "Herculigans", que esperaban una mayor presencia de aficionados blanquiazules en ese momento, no le quedó más remedio que comenzar a correr hasta alcanzar el Fondo Sur, donde estaban los 7.500 aficionados del Hércules custodiados por la Policía.
Así, mientras "Herculigans" y "Jove Elx" se peleaban con cinturones y demás objetos al uso, los aficionados de ambos equipos contemplaban boquiabiertos el espectáculo. La Policía aumentó la distancia de seguridad entre los seguidores de ambos equipos y un par de miembros de Herculigans resultaron heridos de escasa gravedad. De hecho, y para sorpresa de la mayoría de los presentes, esos mismos aficionados que habían provocado la pelea accedieron después con normalidad al Anillo Superior para ver el derbi.
Al margen de este pelea, que tuvo lugar cuando todavía quedaba una hora para el comienzo del encuentro, el encuentro se disputó sin apenas incidentes. Lo único destacable fue el lanzamiento de algunos objetos, como botellas o vasos de plástico, por parte de la afición herculana desde el Anillo Superior.
De hecho, en el Fondo Norte se vivieron escenas de tensión cuando los seguidores del Elche se disponían a abandonar el estadio, ya que desde arriba se seguían lanzando objetos, así como salivazos. Ya fuera del campo, en los bajos del Martínez Valero, los agentes de la Policía se vieron obligados a intervenir para desalojar a un grupo de seguidores locales que desde abajo se regodeaban del triunfo y realizaban gestos provocativos a los seguidores blanquiazules que desde lo alto del estadio esperaban a la apertura de puertas.
Según fuentes consultadas, un reducido grupo de históricos miembros de la peña "Herculigans" viajaron a Elche en sus vehículos particulares sin más intención que la de "reventar" el derbi. Estos ocho seguidores blanquiazules acudieron directamente a la zona de Fondo Norte, territorio natural de la "Jove Elx", y ahí comenzaron las provocaciones. Los seguidores franjiverde no tardaron demasiado en reaccionar y en ese momento comenzó la pelea. Al reducido grupo de "Herculigans", que esperaban una mayor presencia de aficionados blanquiazules en ese momento, no le quedó más remedio que comenzar a correr hasta alcanzar el Fondo Sur, donde estaban los 7.500 aficionados del Hércules custodiados por la Policía.
Así, mientras "Herculigans" y "Jove Elx" se peleaban con cinturones y demás objetos al uso, los aficionados de ambos equipos contemplaban boquiabiertos el espectáculo. La Policía aumentó la distancia de seguridad entre los seguidores de ambos equipos y un par de miembros de Herculigans resultaron heridos de escasa gravedad. De hecho, y para sorpresa de la mayoría de los presentes, esos mismos aficionados que habían provocado la pelea accedieron después con normalidad al Anillo Superior para ver el derbi.
Al margen de este pelea, que tuvo lugar cuando todavía quedaba una hora para el comienzo del encuentro, el encuentro se disputó sin apenas incidentes. Lo único destacable fue el lanzamiento de algunos objetos, como botellas o vasos de plástico, por parte de la afición herculana desde el Anillo Superior.
De hecho, en el Fondo Norte se vivieron escenas de tensión cuando los seguidores del Elche se disponían a abandonar el estadio, ya que desde arriba se seguían lanzando objetos, así como salivazos. Ya fuera del campo, en los bajos del Martínez Valero, los agentes de la Policía se vieron obligados a intervenir para desalojar a un grupo de seguidores locales que desde abajo se regodeaban del triunfo y realizaban gestos provocativos a los seguidores blanquiazules que desde lo alto del estadio esperaban a la apertura de puertas.
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