El presidente francés, Nicolas Sarkozy, se mostró decidido a luchar contra la violencia en los estadios de fútbol, tras los disturbios que provocaron el pasado domingo los aficionados del París Saint-Germain que se saldaron con un herido grave.
Visiblemente afectado, Sarkozy aseguró ante un grupo de periodistas que trabajará para eliminar de las gradas a los "vándalos". "Es mejor tener una gradas vacías que llenas de gamberros", dijo el presidente, quien prometió un trabajo profundo con el ministro del Interior, Brice Hortefeux, para erradicarlos de los estadios.
El pasado domingo se produjeron enfrentamientos entre aficionados del PSG y las fuerzas del orden, antes y después del partido que enfrentó en el parisiense Parque de los Príncipes al equipo local contra el Olympique de Marsella, su tradicional rival.
Al encuentro no viajó ningún aficionado marsellés, que decidieron boicotear el partido como protesta por las medidas de seguridad que rodeaban el duelo.
Sarkozy lamentó que los aficionados del Marsella no fueran al partido y cargó contra la ancestral rivalidad entre marselleses y parisienses. "No hay que entender nada de lo que es el fútbol y el deporte para ser aficionado del PSG y no querer al Marsella y viceversa", afirmó.
Sarkozy afirmó que acude al Parque de los Príncipes "desde hace más tiempo que muchos de los gamberros que dan un espectáculo lamentable en las tribunas".
El presidente mostró su apoyo a la iniciativa de los dirigentes del PSG de no vender billetes "a los gamberros" y de "no apelar cuando sean condenados a jugar partidos a puerta cerrada". "Me parece triste que hayamos llegado a esta situación lamentable en la que no se puede ir al fútbol en familia. Me da vergüenza que la gente se comporte así", aseguró.
Visiblemente afectado, Sarkozy aseguró ante un grupo de periodistas que trabajará para eliminar de las gradas a los "vándalos". "Es mejor tener una gradas vacías que llenas de gamberros", dijo el presidente, quien prometió un trabajo profundo con el ministro del Interior, Brice Hortefeux, para erradicarlos de los estadios.
El pasado domingo se produjeron enfrentamientos entre aficionados del PSG y las fuerzas del orden, antes y después del partido que enfrentó en el parisiense Parque de los Príncipes al equipo local contra el Olympique de Marsella, su tradicional rival.
Al encuentro no viajó ningún aficionado marsellés, que decidieron boicotear el partido como protesta por las medidas de seguridad que rodeaban el duelo.
Sarkozy lamentó que los aficionados del Marsella no fueran al partido y cargó contra la ancestral rivalidad entre marselleses y parisienses. "No hay que entender nada de lo que es el fútbol y el deporte para ser aficionado del PSG y no querer al Marsella y viceversa", afirmó.
Sarkozy afirmó que acude al Parque de los Príncipes "desde hace más tiempo que muchos de los gamberros que dan un espectáculo lamentable en las tribunas".
El presidente mostró su apoyo a la iniciativa de los dirigentes del PSG de no vender billetes "a los gamberros" y de "no apelar cuando sean condenados a jugar partidos a puerta cerrada". "Me parece triste que hayamos llegado a esta situación lamentable en la que no se puede ir al fútbol en familia. Me da vergüenza que la gente se comporte así", aseguró.
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