Los integrantes de Hinchadas Unidas Argentinas aseguran que en el momento del desmayo del barra fallecido ellos estaban de viaje hacia Pretoria. Las voces de un grupo de hinchas que esperan al lunes para que terminen sus penurias económicas.
Este medio se dio una vuelta por la escuela en donde están los barras de Hinchadas Unidas Argentinas, y pudo notar que a esta altura del mundial hay mucho menos movimiento. En su interior quedan sesenta barras. Muchos lograron irse y los que quedan se vuelven a la Argentina el lunes 12.
No están ninguno de los líderes: ni Marcelo Mallo, el puntero político que estaba al frente de la organización, ni Bebote de Independiente, ni Emiliano de Huracán –los dos deportados apenas pisaron Sudáfrica- ni diego de Lanús, quien había quedado inicialmente a cargo de los 360 hinchas que llegaron. Después también fue deportado otro llamado Diego.
Los hinchas que permanecieron en Sudáfrica fueron aquellos que tenían entradas para todos los partidos y que se movieron permanentemente en Pretoria y sus alrededores. Ya sin la emoción por alentar a Argentina, aprovecharon el tiempo libre para hacer safaris y varias visitas a Johannesburgo a hacer compras.
En cuanto al barra de Boca fallecido, ellos no quieren hablar oficialmente al respecto, aunque dicen que no tuvieron nada que ver. “Nos quieren subir a ese colectivo en el que no tuvimos nada que ver. Así como te decimos eso, te decimos también que en el partido con México fuimos a decirle a las autoridades policiales que la bandera de Boca que La de Lomas había mostrado en el entretiempo tenía que ser retirada inmediatamente. Lo hicieron y no pasó más nada, por más que no les haya gustado una mierda replegarla. Nosotros no nos cruzamos nunca con ellos, no les dimos bola. Es más, nos dijeron que el fallecido había participado de unos incidentes en las plateas con los mexicanos, el día del 3 a 1. Nos dijeron que el tipo estaba arrojando vasos de cerveza contra los mexicanos. Pero nosotros no tuvimos nada que ver”.
Ahora la mayoría de los hinchas que quedan en el país organizador del mundial son de de Independiente, en la Christian Progresive College, y también hay algunos de Huracán, Quilmes y de algunos clubes del ascenso.
Quien está a cargo del grupo es Christian, de Independiente, que no quiere hablar porque no quiere que se agigante más el tema del hincha fallecido: “Nosotros fuimos a Ciudad del Cabo en tren. 29 horas de día y 26 de vuelta. Y no vimos ni participamos de ningún incidente. Hay grupos que fueron en “vans”. El mismo tiempo más o menos. Y tampoco tuvieron problemas. Este señor se ve que sufrió un ataque callejero propio de la inseguridad de acá o… no sabemos. Pero seguro que nosotros no tuvimos nada que ver. Eso te lo firmo”, dijo uno de ellos, totalmente rapado y sin querer darse a conocer.
Este medio se dio una vuelta por la escuela en donde están los barras de Hinchadas Unidas Argentinas, y pudo notar que a esta altura del mundial hay mucho menos movimiento. En su interior quedan sesenta barras. Muchos lograron irse y los que quedan se vuelven a la Argentina el lunes 12.
No están ninguno de los líderes: ni Marcelo Mallo, el puntero político que estaba al frente de la organización, ni Bebote de Independiente, ni Emiliano de Huracán –los dos deportados apenas pisaron Sudáfrica- ni diego de Lanús, quien había quedado inicialmente a cargo de los 360 hinchas que llegaron. Después también fue deportado otro llamado Diego.
Los hinchas que permanecieron en Sudáfrica fueron aquellos que tenían entradas para todos los partidos y que se movieron permanentemente en Pretoria y sus alrededores. Ya sin la emoción por alentar a Argentina, aprovecharon el tiempo libre para hacer safaris y varias visitas a Johannesburgo a hacer compras.
En cuanto al barra de Boca fallecido, ellos no quieren hablar oficialmente al respecto, aunque dicen que no tuvieron nada que ver. “Nos quieren subir a ese colectivo en el que no tuvimos nada que ver. Así como te decimos eso, te decimos también que en el partido con México fuimos a decirle a las autoridades policiales que la bandera de Boca que La de Lomas había mostrado en el entretiempo tenía que ser retirada inmediatamente. Lo hicieron y no pasó más nada, por más que no les haya gustado una mierda replegarla. Nosotros no nos cruzamos nunca con ellos, no les dimos bola. Es más, nos dijeron que el fallecido había participado de unos incidentes en las plateas con los mexicanos, el día del 3 a 1. Nos dijeron que el tipo estaba arrojando vasos de cerveza contra los mexicanos. Pero nosotros no tuvimos nada que ver”.
Ahora la mayoría de los hinchas que quedan en el país organizador del mundial son de de Independiente, en la Christian Progresive College, y también hay algunos de Huracán, Quilmes y de algunos clubes del ascenso.
Quien está a cargo del grupo es Christian, de Independiente, que no quiere hablar porque no quiere que se agigante más el tema del hincha fallecido: “Nosotros fuimos a Ciudad del Cabo en tren. 29 horas de día y 26 de vuelta. Y no vimos ni participamos de ningún incidente. Hay grupos que fueron en “vans”. El mismo tiempo más o menos. Y tampoco tuvieron problemas. Este señor se ve que sufrió un ataque callejero propio de la inseguridad de acá o… no sabemos. Pero seguro que nosotros no tuvimos nada que ver. Eso te lo firmo”, dijo uno de ellos, totalmente rapado y sin querer darse a conocer.
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