El ambiente de fiesta que se había generado en los prolegómenos del encuentro entre el Granada y el FC Cartagena se vio ensombrecido por los incidentes que se produjeron durante el desarrollo del choque en Los Cármenes. La Policía Nacional expulsó a tres seguidores albinegros y detuvo a un cuarto, que pasó 18 horas en los calabozos. Este último, miembro de la peña Bruselas, fue denunciado por dos agentes de la policía por una supuesta agresión a los mismos, que se saldó con una fractura de un dedo en un caso y un mordisco en el otro. El atentado contra la autoridad, que es por lo que ha sido denunciado el peñista, le puede salir caro a este seguidor albinegro que vio como todo se tornó gris en un instante. Tras anotar el Granada el primer gol hubo cruce de gritos e insultos entre los aficionados albinegros y rojiblancos. Para que todo quedara ahí y no fuese a mayores la Policía Nacional decidió actuar, pero según algunos lo hizo con desmesura. Pidió a los seguidores albinegros que se alejaran de la valla, que era lo único que los separaba de los rivales, y el peñista tuvo un enfrentamiento verbal con un miembro de los cuerpos y fuerzas de seguridad, que derivó en su detención. «La actuación de la policía estuvo fuera de lugar», explica Pencho Angosto, presidente de la Federación de Peñas y testigo directo de lo ocurrido. «Se emplearon con una contundencia desmedida y el chaval detenido fue empujado y golpeado. Se le echaron encima varios policías nacionales. Además, su mujer, que lo acompañaba, fue arrastrada por los pelos y además la expulsaron del campo», insiste Angosto, quien explica que en los dos años que llevan desplazándose cada quince días con el equipo nunca les había ocurrido algo así con la policía. El peñista pasó la noche en el calabozo y ayer a la una fue puesto en libertad. Ahora intenta recoger testimonios, imágenes y pruebas videográficas de la intervención policial, ya que él también ha presentado una denuncia por las lesiones que le pudo ocasionar el incidente. Su mujer también fue atendida en el hospital y posteriormente presentó una denuncia contra la Policía Nacional. «Lo que tratará es de demostrar que lo único que hizo fue defenderse de una desmesurada actuación en su contra de los agentes de la autoridad» , dice Angosto. Por ello están tratando de recopilar cualquier tipo de prueba que demuestre que no fue un atentado contra la autoridad, porque se estaba defendiendo de los golpes que recibía de los mismos. El Fútbol Club Cartagena tiene ya conocimiento de lo sucedido en la tarde del sábado y se ha puesto a disposición de la federación de peñas para «echarnos una mano en lo que puedan hacer», añade Angosto. Otros dos seguidores cartageneristas, además de la mujer del detenido, fueron expulsados del terreno de juego por lo que conforme dicta la actual ley de Violencia en el Deporte podrían ser sancionados con la prohibición a entrar en recintos deportivos por un periodo de tiempo y una sanción económica que no baja de los 3.000 euros en ninguno de los casos. Lo cierto es que no es nada habitual que seguidores del FC Cartagena se vean inmersos en este tipo de percances en otros terrenos de juego. Desde que el equipo ascendió a Segunda siempre han viajado aficionados cartageneristas a todos los campos donde el equipo ha disputado sus encuentros y en ninguno se han producido incidentes como los del pasado sábado en Los Cármenes. Actos previos al partido Lo curioso de todo es que las federaciones de peñas de ambos clubes celebraron un acto de hermanamientos antes de la disputa del encuentro. «El ambiente hasta ese momento había sido muy bueno, tal y como ha ocurrió en el choque de la primera vuelta disputado en Cartagena», dice el presidente de la Federación de Peñas, que asegura que se llevó un mal sabor de boca no tanto por la derrota sino por lo que pudo ver en las gradas con la actuación de la Policía Nacional y la Unidad de Intervención Policial (UIP).
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