El partido se desarrolló bajo un clima de tensión, musulmanes ante judíos y con expresiones y cánticos hostiles, pero la victoria de Besiktas de Turquía por 5-1 sobre Maccabi Tel Aviv de Israel se completó sin altercados, por la Liga Europa.
Un pequeño grupo de fundamentalistas islámicos silbó y entonó cantos hostiles contra los judíos desde las gradas, pero la goleada acaso ayudó a que los hinchas locales se fueran serenos y sonrientes a casa, sin desatar bataholas.
El partido, por la primera fecha de la fase de grupos, sobrevino en medio de la tensión que enciende la crisis diplomática que viven Turquía e Israel en estos días y que incluye movilizaciones de navíos de guerra turcos.
La tensión está también vinculada a los intereses de gas en yacimientos submarinos y ha puesto a Turquía en claro apoyo a los palestinos bloqueados por los israelíes en el enclave de Gaza, dominado por Hamas, grupo que Tel Aviv considera terrorista.
El partido de fútbol estuvo recorrido por la hipótesis de jugarlo en un campo neutral, pero finalmente se desplegaron unos cinco mil hombres de las fuerzas de seguridad y policía turca y pudo jugarse.
Los jugadores israelíes fueron celosamente custodiados en todo momento, lo mismo que los poco menos de 100 seguidores de Maccabi que osaron llegar hasta Estambul.
En las calles, antes del partido, unos 300 fundamentalistas gritaron: "Israel asesina, fuera de Turquía" y "Destrucción para Israel y libertad para Palestina", pero la agitación no traspasó la barrera de los cantos.
Un pequeño grupo de fundamentalistas islámicos silbó y entonó cantos hostiles contra los judíos desde las gradas, pero la goleada acaso ayudó a que los hinchas locales se fueran serenos y sonrientes a casa, sin desatar bataholas.
El partido, por la primera fecha de la fase de grupos, sobrevino en medio de la tensión que enciende la crisis diplomática que viven Turquía e Israel en estos días y que incluye movilizaciones de navíos de guerra turcos.
La tensión está también vinculada a los intereses de gas en yacimientos submarinos y ha puesto a Turquía en claro apoyo a los palestinos bloqueados por los israelíes en el enclave de Gaza, dominado por Hamas, grupo que Tel Aviv considera terrorista.
El partido de fútbol estuvo recorrido por la hipótesis de jugarlo en un campo neutral, pero finalmente se desplegaron unos cinco mil hombres de las fuerzas de seguridad y policía turca y pudo jugarse.
Los jugadores israelíes fueron celosamente custodiados en todo momento, lo mismo que los poco menos de 100 seguidores de Maccabi que osaron llegar hasta Estambul.
En las calles, antes del partido, unos 300 fundamentalistas gritaron: "Israel asesina, fuera de Turquía" y "Destrucción para Israel y libertad para Palestina", pero la agitación no traspasó la barrera de los cantos.
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