El sábado se produjeron varios altercados entre radicales del Real Madrid y el Rayo Vallecano al inicio y al término del partido. Se lanzaron objetos de todo tipo entre ellos y hacia los agentes
Las aficiones del Real Madrid y el Rayo Vallecano llevaban ocho años sin verse las caras. El sábado pasado tuvo lugar el primer encuentro, no sólo de los jugadores, sino de los hinchas de sendos equipos. Los más radicales hicieron alarde de sus ganas de llegar a las manos una hora antes de que comenzase el partido.
A las 17.15, los agentes de la Unidad de Intervención Policial de la Policía Nacional (UIP), desplegados en las inmediaciones para garantizar la seguridad del evento, eran alertados de una pelea en la calle Marceliano Santamaría, dominada por los «ultrasur» desde hace años. Según informan desde la Jefatura Superior de la Policía Nacional, los agentes observaron cómo los grupos radicales de las dos aficiones –«ultrasur», de ideología de extrema derecha, y «bukaneros», de extrema izquierda- se peleaban entre ellos, lanzándose objetos contundentes como botellas, piedras y mobiliario urbano. Los aficionados del Rayo, al parecer, habían ido a provocar a los madridistas. Se desconoce si el encontranazo tuvo su origen en la red.
Cuando llegó la UIP, todos los intervinientes en la pelea salieron corriendo hacia paseo de la Habana donde prosiguieron con los altercados.
Atentaron contra los agentes
Cuando los agentes volvieron a Marceliano Santamaría, según la Policía, los ultras habían volcado un contenedor de vidrio para lanzar las botellas contra los furgones así como sillas, papeleras o señales de circulación arrancadas. En ese momento, se procedió a la detención, previa carga policial, según testigos, de tres jóvenes, dos aficionados locales y uno visitante, todos ellos embozados para ocultar su rostro.
El partido terminó con un resultado demoledor para el Rayo: 6-2. A la salida, los la UIP escoltó, como viene siendo habitual, a la afición visitante hasta Plaza Castilla. Los policías embolsaban y protegían a unos 200 individuos por el paseo de la Castellana cuando, a la altura del número 119, un grupo de aficionados locales comenzó a lanzar piedras, bengalas y botellas sobre el grupo embolsado. Los agentes procedieron al arresto de seis de los agresores.
Todos los detenidos fueron puestos a disposición de la autoridad judicial como presuntos autores de un delito de tenencia ilícita de armas, atentado a agente de la autoridad y desórdenes públicos.
Durante el dispositivo policial desplegado para garantizar la seguridad del partido de fútbol, la UIP identificó a 292 personas, tramitó 43 actas e intervino 8 palos de madera, 4 bengalas, 2 artefactos pirotécnicos y varias armas blancas.
La intervención fue llevada a cabo por la UIP y el Grupo 30 de la Brigada Provincial de Información, pertenecientes a la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Las aficiones del Real Madrid y el Rayo Vallecano llevaban ocho años sin verse las caras. El sábado pasado tuvo lugar el primer encuentro, no sólo de los jugadores, sino de los hinchas de sendos equipos. Los más radicales hicieron alarde de sus ganas de llegar a las manos una hora antes de que comenzase el partido.
A las 17.15, los agentes de la Unidad de Intervención Policial de la Policía Nacional (UIP), desplegados en las inmediaciones para garantizar la seguridad del evento, eran alertados de una pelea en la calle Marceliano Santamaría, dominada por los «ultrasur» desde hace años. Según informan desde la Jefatura Superior de la Policía Nacional, los agentes observaron cómo los grupos radicales de las dos aficiones –«ultrasur», de ideología de extrema derecha, y «bukaneros», de extrema izquierda- se peleaban entre ellos, lanzándose objetos contundentes como botellas, piedras y mobiliario urbano. Los aficionados del Rayo, al parecer, habían ido a provocar a los madridistas. Se desconoce si el encontranazo tuvo su origen en la red.
Cuando llegó la UIP, todos los intervinientes en la pelea salieron corriendo hacia paseo de la Habana donde prosiguieron con los altercados.
Atentaron contra los agentes
Cuando los agentes volvieron a Marceliano Santamaría, según la Policía, los ultras habían volcado un contenedor de vidrio para lanzar las botellas contra los furgones así como sillas, papeleras o señales de circulación arrancadas. En ese momento, se procedió a la detención, previa carga policial, según testigos, de tres jóvenes, dos aficionados locales y uno visitante, todos ellos embozados para ocultar su rostro.
El partido terminó con un resultado demoledor para el Rayo: 6-2. A la salida, los la UIP escoltó, como viene siendo habitual, a la afición visitante hasta Plaza Castilla. Los policías embolsaban y protegían a unos 200 individuos por el paseo de la Castellana cuando, a la altura del número 119, un grupo de aficionados locales comenzó a lanzar piedras, bengalas y botellas sobre el grupo embolsado. Los agentes procedieron al arresto de seis de los agresores.
Todos los detenidos fueron puestos a disposición de la autoridad judicial como presuntos autores de un delito de tenencia ilícita de armas, atentado a agente de la autoridad y desórdenes públicos.
Durante el dispositivo policial desplegado para garantizar la seguridad del partido de fútbol, la UIP identificó a 292 personas, tramitó 43 actas e intervino 8 palos de madera, 4 bengalas, 2 artefactos pirotécnicos y varias armas blancas.
La intervención fue llevada a cabo por la UIP y el Grupo 30 de la Brigada Provincial de Información, pertenecientes a la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
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