El proyecto del Real Avilés, bajo el mandato de unos nuevos gestores, ha reanimado a la afición blanquiazul tras años de letargo, y a este renacimiento no podía faltar la peña Galiana Xoven, la más antigua de las que ahora apoyan al equipo. Fundada en 1990 coincidiendo con el ascenso del equipo a Segunda, la peña nació de un grupo de aficionados que coincidían en la misma grada en los partidos en casa del Avilés y fue bautizada con el nombre de la calle en la que en aquel momento se ubicaba la fiesta nocturna avilesina. «No fue la primera opción para el nombre; en la primera votación tuvo muy pocos apoyos, pero fue pasando la criba y al final fue el que más gustó», recuerda Pablo Martínez, uno de los fundadores de la peña, que ahora sigue los progresos del equipo desde Madrid.
«En los últimos años no ha habido cultura de fútbol en Avilés, pero sí había ganas de fútbol», comenta Carlos Villar, presidente de la peña. El grupo de hinchas, como se definen, ha estado con el Avilés en los buenos y los malos momentos, aunque en los últimos años había permanecido inactiva, víctima del descontento general de la ciudad con el club blanquiazul. Pero ese tiempo le ha servido para volver con más ganas: «En estos años la peña ha estado abandonada, aunque siempre latente, como aletargada. Los socios nos seguíamos viendo, pero no éramos un grupo oficial», explica José Panizo, otro de los fundadores de Galiana Xoven.
Ahora, en esta nueva etapa, los peñistas que pudieron conocerlo quieren revivir los momentos gloriosos del equipo. «Tenemos muchos recuerdos. Los años en Segunda, con 400 o 500 hinchas en el Muro de Zaro -campo en el que jugaba el Avilés en aquellas temporadas-, y los desplazamientos a otros campos: a Salamanca, a Vigo; la liguilla de ascenso a Segunda B; pero, sobre todo, el buen ambiente que había en el grupo. Nos veíamos todos los días para tomar algo juntos», recuerda Panizo.
El ascenso a Segunda B, en la temporada 2001-2002 fue uno de esos momentos para el recuerdo. Un total de 350 peñistas de Galiana Xoven se desplazaron al San Lázaro de Santiago para asistir a la victoria ante el Compostela B, que significó el regreso a la División de Bronce. Hasta el propio entrenador del Avilés, José Luis Díaz, «Xiel», agradeció el apoyo que el equipo había recibido de Galiana Xoven. «Se han volcado con nosotros», reconocía en aquel momento el técnico.
Por eso, el camino de la peña está marcado: «Queremos seguir en la misma línea de amor al Avilés que en aquellos años. Recuperar aquel ambiente y apoyar al equipo para que regrese a donde tiene que estar», sentencia Panizo. ¿Y cuál es ese lugar? Para muchos de los peñistas está claro: la meta está en la Segunda División, aunque antes el equipo tiene que dejar la Tercera y lograr el ascenso a Segunda B.
Los malos recuerdos también están ahí porque a la peña blanquiazul le ha tocado vivir tres descensos: uno a Segunda B y otros dos a Tercera. Con todo, Galiana Xoven siguió ahí en esos momentos. «Cuando el equipo estaba a punto de descender a Segunda B, desde la peña conseguimos traer a Avilés a «Manolo el del Bombo» el día que jugábamos contra el Racing de Santander. El campo se llenó y ganamos», explica Pablo Martínez.
La peña cuenta ahora con más de 150 socios: «Tenemos tres generaciones: los de la veintena, la treintena y la cuarentena. La peña se está renovando mucho, está entrando mucha joven», comenta el presidente Carlos Villar. El equipo al que siguen también se ha renovado y la nueva directiva del club ha devuelto la ilusión a estos hinchas: «Estamos muy contentos con la nueva directiva, está más involucrada con nosotros. El trato con José Luis Rodríguez -director de Real Avilés Nueva Gestión- es mucho más abierto, más amable. Nada que ver con el anterior mandatario», observa Villar.
La afición está de nuevo con el Avilés y Galiana Xoven es un buen ejemplo de ello. Ahora, los resultados tienen que acompañar para crear nuevos recuerdos y seguir alimentando la ilusión por el fútbol en la villa.
«En los últimos años no ha habido cultura de fútbol en Avilés, pero sí había ganas de fútbol», comenta Carlos Villar, presidente de la peña. El grupo de hinchas, como se definen, ha estado con el Avilés en los buenos y los malos momentos, aunque en los últimos años había permanecido inactiva, víctima del descontento general de la ciudad con el club blanquiazul. Pero ese tiempo le ha servido para volver con más ganas: «En estos años la peña ha estado abandonada, aunque siempre latente, como aletargada. Los socios nos seguíamos viendo, pero no éramos un grupo oficial», explica José Panizo, otro de los fundadores de Galiana Xoven.
Ahora, en esta nueva etapa, los peñistas que pudieron conocerlo quieren revivir los momentos gloriosos del equipo. «Tenemos muchos recuerdos. Los años en Segunda, con 400 o 500 hinchas en el Muro de Zaro -campo en el que jugaba el Avilés en aquellas temporadas-, y los desplazamientos a otros campos: a Salamanca, a Vigo; la liguilla de ascenso a Segunda B; pero, sobre todo, el buen ambiente que había en el grupo. Nos veíamos todos los días para tomar algo juntos», recuerda Panizo.
El ascenso a Segunda B, en la temporada 2001-2002 fue uno de esos momentos para el recuerdo. Un total de 350 peñistas de Galiana Xoven se desplazaron al San Lázaro de Santiago para asistir a la victoria ante el Compostela B, que significó el regreso a la División de Bronce. Hasta el propio entrenador del Avilés, José Luis Díaz, «Xiel», agradeció el apoyo que el equipo había recibido de Galiana Xoven. «Se han volcado con nosotros», reconocía en aquel momento el técnico.
Por eso, el camino de la peña está marcado: «Queremos seguir en la misma línea de amor al Avilés que en aquellos años. Recuperar aquel ambiente y apoyar al equipo para que regrese a donde tiene que estar», sentencia Panizo. ¿Y cuál es ese lugar? Para muchos de los peñistas está claro: la meta está en la Segunda División, aunque antes el equipo tiene que dejar la Tercera y lograr el ascenso a Segunda B.
Los malos recuerdos también están ahí porque a la peña blanquiazul le ha tocado vivir tres descensos: uno a Segunda B y otros dos a Tercera. Con todo, Galiana Xoven siguió ahí en esos momentos. «Cuando el equipo estaba a punto de descender a Segunda B, desde la peña conseguimos traer a Avilés a «Manolo el del Bombo» el día que jugábamos contra el Racing de Santander. El campo se llenó y ganamos», explica Pablo Martínez.
La peña cuenta ahora con más de 150 socios: «Tenemos tres generaciones: los de la veintena, la treintena y la cuarentena. La peña se está renovando mucho, está entrando mucha joven», comenta el presidente Carlos Villar. El equipo al que siguen también se ha renovado y la nueva directiva del club ha devuelto la ilusión a estos hinchas: «Estamos muy contentos con la nueva directiva, está más involucrada con nosotros. El trato con José Luis Rodríguez -director de Real Avilés Nueva Gestión- es mucho más abierto, más amable. Nada que ver con el anterior mandatario», observa Villar.
La afición está de nuevo con el Avilés y Galiana Xoven es un buen ejemplo de ello. Ahora, los resultados tienen que acompañar para crear nuevos recuerdos y seguir alimentando la ilusión por el fútbol en la villa.
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