Pese a que como grupo reconocido por el club no aparecen como tal en el Camp Nou, los Boixos Nois (sección más radical de los hinchas del Barcelona) volvieron a representar al club en las gradas del Calderón. El miércoles por la noche, en el Manzanares, varias pancartas representativas del colectivo gobernaban en el sector destinado a ubicar a los azulgrana. Muchos hinchas del Barça tuvieron la aparente fortuna de vivir el choque con sus camisetas en varios sectores del estadio sin que se hayan dado a conocer percances importantes, pero los Boixos camparon a sus anchas. Animaron (incluyendo los habituales insultos) y pasaron la noche en paz.
Los Boixos, todo sea dicho, acostumbran a dejarse ver más como grupo más bien lejos del Camp Nou que en el estadio azulgrana. Parecen ser más habituales en los viajes europeos y en algunos viajes por la geografía española. En el Estadi, Joan Laporta acabó con ellos, mientras que Sandro Rosell, en el afán de agrupar a los seguidores más animosos, no pudo llevar a cabo el proyecto de la Grada d,Animació por consejo de los Mossos d,Esquadra, que aseguraba que células de radicales estaban enmascarados en el grupo y que con el tiempo podrían dar muchos problemas. Al final se abortó el asunto, pero los Boixos siguen con vida en el Barcelona.
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