Ante un rival de Segunda B, en una eliminatoria de Copa prácticamente resuelta y en tiempos convulsos a nivel de afición, había curiosidad por saber si en un partido aparentemente tranquilo y de menos tirón mediático que el del pasado domingo, las medidas de seguridad en torno al Vicente Calderón y en especial a su Fondo Sur iban a ser tan estrictas como las del encuentro liguero.
Sin llegar a esos niveles, la respuesta fue "sí". Otra vez gran presencia policial, de nuevo doble control de abonos y DNI -con linterna incluida-, nueva asistencia de numerosos medios de comunicación a la entrada y otra vez un cacheo de época para evitar cualquier símbolo del Frente. Y esa tensa sensación de sentirse vigilado en todo momento...
En un choque no clasificado como de Alto Riesgo, los controles apenas se redujeron. Al entrar al campo, nada había cambiado: ni rastro de que aquello que, hasta hace apenas 15 días, era territorio de animación del Frente Atlético.
Si curiosidad levantaban las medidas de seguridad previstas, no menos sucedía con la postura a adoptar por el Grupo. Y, en ese sentido, los cambios fueron pocos respecto al domingo. Iniciado el partido, la presencia desperdigada de aficionados a lo largo del Fondo Sur se hacia evidente. Tanto que, un aficionado, asiduo para alentar micrófono en mano, reclamó unión. E instó a juntarse tras la portería a los presentes, con el silencio como norma espontánea.
Silencio en el Fondo Sur y silencio en el resto. Los tímidos conatos de iniciar un himno a la media hora o los aplausos a los jugadores al retirarse al vestuario quedaban de nuevo a kilómetros de distancia del calor de un campo acostumbrado a animar bajo la batuta de un Frente silencioso y que se reivindica en las redes sociales.
Y es que en esta semana de detenciones en torno a la muerte de Francisco Javier Romero Taboada, y mientras desde el club se llamaba a la prudencia hasta que finalice la investigación, el Frente Atlético, a través de su cuenta oficial de Twitter, defendía su posición necesaria (#sinelFrentenoeslomismo) y añoraba el idilio con la tribuna, el club y los jugadores retuiteando mensajes de apoyo hacia la condición histórica de animar del grupo y con menciones a las cuentas oficiales de Simeone, Koke o Godín, entre otros.
'¡Volveremos!', decía el el último mensaje escrito hace ya dos días por el Grupo en Twitter. Un regreso que, por lo visto ante el Hospitalet, tendrá que seguir esperando.
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