La Liga de Campeones vuelve a Mestalla y eso supone que el coliseo de la Avenida de Suecia se convertirá, como antaño, en un punto caliente que focalizará la atención de gran parte de Europa.
Una competición diferente que poco o nada tiene que ver con el resto y que la afición valencianista está ansiosa de volver a vivir, a pesar de la escueta respuesta de muchos aficionados ante la polémica por los altos precios de los ‘packs’ Champions y que complicará sobremanera que haya un lleno en el estadio para recibir al Zenit.
Todos, club, equipo y afición son conscientes de la importancia, a todos los efectos, que tiene la Liga de Campeones para el valencianismo. Teniendo en cuenta lo mucho que ha costado traer de vuelta la máxima competición continental y lo corta que es la fase de grupos, iniciar el campeonato con buen pie es capital. Por ello, tal y como ya ocurrió el 19 de agosto en el partido frente al Mónaco, la hinchada blanquinegra se ha organizado y volverá a quedar en la plaza de la afición dos horas antes de encuentro para recibir al equipo a su llegada a Mestalla. De esta manera, los futbolistas podrán sentir el apoyo de sus aficionados desde el mismo momento en que el autobús del Valencia CF llegue a los aledaños del estadio.
Como viene siendo habitual, miles de incondicionales acudirán a la convocatoria hecha por la Curva Nord, motor de la animación en Mestalla, y se agolparán junto al monumento de la afición para dar una calurosa bienvenida a los jugadores, sin importarles que apenas podrán ver pasar el autobús durante un instante pero conscientes de que sus cánticos y ánimos insuflarán a los jugadores una dosis extra de motivación. Y es que la comunión entre equipo y afición volverá a ser clave en el reestreno de la Champions en Mestalla.
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