Parecía que ya estaban casi erradicados de los estadios de fútbol, pero el informe de un Observatorio gijonés asegura que los grupos ultras siguen campando a sus anchas en clubes históricos como el Sporting de Gijón.
Evidentemente, no es el único equipo que permite a los violentos, pero las actividades de los Ultra Boys han quedado expuestas gracias al informe elaborado por el Observatorio contra la Violencia, el Fascismo y la Intolerancia de Gijón, un grupo formado por 20 colectivos de la ciudad. En dicho estudio, de más de 100 páginas, se detalla cómo presuntamente la directiva conoce, protege e impulsa a este grupo violento.
Los Ultra Boys son un grupo de extrema derecha que nació hace 35 años, aunque desde el año 2012 está dominado por los Batallón Gijón, la facción más radical que se jacta de ser el brazo armado de la intolerancia. En las páginas del informe, que se presenta este martes en la ciudad asturiana y al que ha podido acceder El Confidencial, se relata la purga interna que han llevado a cabo los dirigentes para expulsar a los miembros más moderados del grupo, ya en manos de los más extremistas.
El Observatorio contra la Violencia, el Fascismo y la Intolerancia se dedica a ayudar y asesorar a las víctimas de estos grupos violentos. En las páginas del informe acusan a los directos del Real Sporting de ser "mecenas" de los Ultra Boys y de facilitar su presencia y su financiación incumpliendo así las normas anti racismo y anti violencia del fútbol español.
Dentro de esas campañas de blanqueamiento del colectivo violento que facilita el club estaba la organización de partidos y eventos que los Ultra Boys promovieron entre 2015 y 2017, coincidiendo con la Navidad. En dichos actos recogían juguetes y comida para entregarlas luego a personas con pocos recursos, siempre con el club de su lado, llegando a participar en ellos jugadores del primer equipo como Roberto Canella, ahora en el Lugo, o Alex Barreda, que ahora juega en la liga india.
Además de tener su presencia en la grada y de contar siempre con localidades para los partidos en otros estadios, cuya venta utilizan para financiar sus actividades, el club facilitaba incluso un local dentro del estadio para que guardaran su material. Este espacio reservado se mantuvo hasta el año 2015. Siempre según la versión del citado informe.
"Lo afirmamos con rotundidad: los directivos del Sporting son mecenas de los Ultras. Hemos demostrado en el informe presentado al Ayuntamiento que la directiva del Sporting incumple la ley", afirman desde el Observatorio gijonés.
La directiva rechaza el informe
Desde el club rechazan las afirmaciones y las conclusiones del informe, y considera que "confunde fechas, personas y sucesos" y que "de las 100 páginas, más de la mitad son historias de hace más de 20 años".
Además, señalan que su Grada de Animación es "ejemplo claro de la responsabilidad en materia de seguridad, ostentando en todo momento un excelente y ético comportamiento". Del mismo modo, apuntan a que el club "fue premiado por La Liga como la mejor afición local por el comportamiento en El Molinón, sin que la Grada de Animación hubiera acontecido problema alguno".
"Los accesos al campo, a la zona de animación, están regulados directamente por la Policía mediante huella dactilar, sin que desde el Sporting se active cualquier otro posible mecanismo", explican a este diario desde el club.
Relacionados con decenas de delitos
Según el informe elaborado por el Observatorio de Violencia, el Fascismo y la Intolerancia, los Ultra Boys están relacionados con al menos 30 crímenes violentos desde el año 2012, quedando impunes en buena parte de ellos.
De hecho, cuatro miembros de los Ultra Boys fueron detenidos en la infame pelea que protagonizaron aficionados violentos del Deportivo de la Coruña y del Atlético de Madrid en las inmediaciones del Estadio Vicente Calderón en noviembre del año 2014. En esa multitudinaria pelea, que acabó con 82 ultras sentados en el banquillo, murió Francisco Romero, un seguidor del equipo gallego de 43 años más conocido como Jimmy, cuando fue lanzado al río por aficionados del Atlético.
Esa pelea fue el suceso más visible, pero muchos otros quedan en la sombra por, según denuncian estos colectivos, la connivencia de la prensa local, que teme perder sus privilegios con el club, y los propios equipos. De hecho, desde el Observatorio señalan que incluso uno de los hijos de Carlos Barcía, coordinador de seguridad del Sporting, ha participado en actos organizados por los Ultra Boys.
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