"Una decisión dolorosa, pero no, la muerte de Fabrizio no tiene nada que ver". El actual 'capo' de los 'Irriducibili', Franco Constantino, conocido como 'Franchino', define así la decisión de los ultras de la Lazio de dejar de ser lo que han sido durante las últimas tres décadas. Después de 33 años de mostrar, casi impunemente, simbología fascista, machista, racista y, en general, discriminatoria, el grupo ha decidido disolverse como tal, aunque no desaparecer del fútbol italiano. El próximo partido en casa de la SS Lazio, ante el Bolonia, será el último de los 'Irriducibili', que pasarán entonces a llamarse únicamente 'Ultras Lazio'. "Como ocurre con todas las cosas de la vida, existe un inicio e inevitablemente un final. Hay un tiempo para todo", indica el grupo en un comunicado hecho público este jueves.
"También para aquellas historias increíbles, gloriosas, antes o después cae el telón. Lo importante es haber vivido estas historias. Como protagonistas, como leones, y también peligrosamente. Sin remordimientos ni arrepentimientos", añade. "Justamente por eso, después de 33 años, hemos decidido disolver el grupo que ha escrito páginas importantes de historia gloriosa y que simplemente ha revolucionado el panorama ultra, no solo italiano sino internacional. Un grupo envidiado por el mundo entero que, sin embargo, ha perdido hace siete meses a uno de sus socios y de sus líderes más carismáticos: Fabrizio".
Los 'Irriducibili' saltaron a las primeras planas de la prensa deportiva el pasado verano tras el asesinato de su líder, Fabrizio Piscitelli, conocido como 'Diabolik', pero siempre han dado que hablar, tanto en Italia como en el resto de Europa. En octubre de 2017, tras un partido con el fondo sur clausurado por una sación impuesta al escuchar cánticos racistas, el grupo ultra de la Lazio ocupó el fondo con pegatinas e imágenes antisemitas, utilizando la figura de Anna Frank; menos de un año después, se dedicaban a repartir octavillas en la 'Curva Nord' del Estadio Olímpico de Roma en las que dejaban claro que en las primeras filas no estaban admitidas las mujeres. "Ni esposas, ni novias", decían, invitando a las aficionadas femeninas a colocarse "a partir de la décima fila". Los documentos, firmados por 'la directiva Diabolik Pluto', que apuntaban casi directamente al entonces líder del grupo ultra.
En su comunicado insisten en los "momentos exultantes, difíciles, días felices y tristes" y en todos los "momentos" que han hecho sentir "vivos" a los miembros de la banda "en un mundo de muertos". "Todo empezó en el ahora lejano 18 de octubre de 1987, cuando, en un tranquilo Lazio-Padova, apareció entre las gradas del Estadio Olímpico la pancarta de 'Irriducibili': diez metros de tela, letras blancas sobre fondo azul. Un hombre que pronto se convertiría muy pronto en un símbolo, en nuestro guante para retar a todo el mundo".
¿Sin relación con la muerte de 'Diabolik'?
'Franchino' quiere dejarlo claro: su cambio de nombre tiene poco que ver con la muerte de su líder. 'Diabolik', de 53 años, fue asesinado a tiros en un parque público en la periferia sureste de Roma. Conocido por los cuerpos de seguridad del Estado italiano, la relación del que fuera jefe de los ultra 'laziali' estuvo detenido en 2013 por tráfico de drogas (amén de otras retenciones por actos criminales menores); un año más tarde, le fueron incautados bienes inmuebles, automóviles de lujo y participaciones societarias por un valor superior a los dos millones de euros, obtenidos siendo el líder de una organización que traficaba con hachís procedente de España.
Sin embargo, el comunicado está centrado, en gran parte, en su figura. "Ahora es tiempo de ir hacia adelante. Demasiada sangre vertida, demasiadas sanciones, detenciones... Siempre con la cabeza bien alta, hemos pagado con nuestra piel cada una de las situaciones. Y también por respeto a los que no están hemos decidido tomar esta decisión. Inevitable", continúa el texto. Los 'Irriducibili' han querido dar las "gracias a todo el mundo", a cada uno de los "miembros que han formado parte del grupo en estos 33 larguísimos años; siempre y pese a todo, desde los fundadores hasta los participantes; desde quien lo ha dejado demasiado pronto hasta a quien aún combate con orgullo; desde quien lo ha pagado con la libertad hasta a quien solo se ha manchado una mano de pintura.
"Un grupo de hermanos que, de generación en generación, ha sabido sacar adelante un ideal de vida, de 'lazialità'. Porque hemos sido 'Irriducibili' y lo seguimos siendo todavía. Hemos sido revolucionarios y lo somos aún ahora. Una mezcla de clases sociales, originalidad, transgresión sin igual y gallardía. 'Irriducibili' ha sido una factoría de ideas, de innovaciones, de una mentalidad ultra desconocida hasta ese momento. Desde hoy, comienza una nueva época. Sin precedentes para la 'Curva Nord'. Por primera vez en la curva, estará presente un tifo con el que se podrán identificar todos los seguidores laziales: ULTRAS LAZIO. Con las mismas ganas de siempre. Mismo entusiasmo, misma adrenalina. Y, sobre todo, con el mismo espíritu, de aquello que fuimos, somos y seremos".
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