Miles de aficionados del París Saint-Germain se agolparon este miércoles ante el Parque de los Príncipes, donde su equipo juega, a puerta cerrada por el coronavirus, la decisiva vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones ante el Borussia Dortmund, que se impuso en la ida por 2-1.
El ambiente fue particularmente caliente cuando el autobús del equipo local llegó al estadio, que lucirá vacíos sus 47.000 asientos.
Pese a los llamamientos de las autoridades para que no hubiera concentraciones de personas a las puertas del estadio, los ultras convocaron a los aficionados a través de las redes sociales y, según algunas fuentes, entre 4.000 y 5.000 acudieron.
La Prefectura de París prohibió que se instalara en el exterior una pantalla gigante para poder seguir el partido.
Sin embargo, durante el calentamiento de los equipos, el PSG difundió en las pantallas del interior las imágenes de los aficionados, que podían escuchar unos metros atrás.
Una paradójica imagen que acabó cuando comenzó la ceremonia oficial de inicio del duelo.
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