La provincia de Bérgamo es la más afectada con el coronavirus en todo el mundo occidental, con más de 6.471 casos entre su cerca de millón de habitantes y unos 500 fallecidos oficiales, por eso el alcalde de la capital, Giorgio Gori, alertó de que "quien tenga la oportunidad, que anticipe las medidas" En un videoconferencia con la prensa extranjera, Gori contó que cumple hoy 60 años sin ningunas ganas de festejar, con 112 muertos que aún esperan una sepultura y "una situación muy difícil" en toda la provincia. Por lo que al Valencia CF se refiere, Gori está convencido que todos en el Atalanta-Valencia CF se contagiaron. Nadie duda en Italia de que aquello fue una "bomba biológica"
Sobre el porqué en Bérgamo se ha difundido de esta manera tan virulenta, Gori explica que uno de los detonantes pudo ser el partido Atalanta-Valencia, en Milán, adonde acudieron cerca 40.000 bergamascos, jugado el 19 de febrero, pero nadie podía prever esto aún. "En ese momento no sabíamos lo que pasaba. El primer paciente en Italia fue el 23 de febrero. Si el virus ya circulaba, los cuarenta mil aficionados que fueron al estadio de San Siro se contagiaron. Nadie conocía que el virus ya circulaba entre nosotros. Muchos vieron el partido en grupos y hubo muchos contactos esa noche. El virus pasó de unos a otros".
Pero añade que para él, la chispa que pudo desencadenar este enorme foco fue algún caso de neumonía curado en el hospital local sin que nadie se diese cuenta que era un positivo por coronavirus.
"Todos habéis visto los féretros transportados por el Ejército y ayer otras nuevas 112 muertes", explica el alcalde, que señala que los féretros son transportados a otras provincias para ser incinerados.
Gori admite que los números de muertos en la provincia pueden ser muchos más y que de un informe que se ha hecho con el resto de alcaldes se cree que 1 de cada 4 muertes en la zona han sido debido al virus, pero no se han contabilizado.
Algunos medios de comunicación locales cifran en el millar los muertos solo en la provincia de Bérgamo. "Muchos ancianos han muerto en casa y en las residencias. Muchas veces porque no hay sitio en los hospitales y otras veces los familiares prefieren que las personas se queden en casa porque si no saben que nos les volverán a ver", describe.
Respecto a la posibilidad de hacer pruebas masivas, Gori reconoce que Bérgamo ha llegado tarde y que ahora lo que es necesario es hacer las pruebas a los pacientes curados para demostrar que son negativos.
"Quien ahora tiene aún ventaja de tiempo, que anticipe las decisiones y no espere a que la epidemia se difunda", exhorta.
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