El nerviosismo por los nefastos resultados de su equipo de fútbol está causando estragos entre los aficionados del Gremio de Porto Alegre. Una parte de la hinchada del equipo brasileño invadió el campo este domingo y destrozó la cabina del VAR a golpes al finalizar un partido que perdió 1-3 contra el Palmeiras. El vídeoarbitraje había sido clave para que el árbitro anulara el gol que les empataba a dos con el contrario, que poco después les marcó el tercero; tanto que supuso la derrota y les acerca aún más al descenso.
Las imágenes difundidas en televisión también muestran cómo los ultras del Gremio cazan a algunos de los guardas de seguridad apostados junto al césped y los agreden en grupo, se enzarzan a puñetazos con seguidores del Palmeiras, de São Paulo, y lanzan objetos hacia el túnel de los vestuarios. Las barreras que separan en las gradas a las dos aficiones impidieron que la violencia fuera a más. Los vándalos, que salieron de la zona de la grada donde se concentran los ultras, solo se retiraron del césped ante la llegada de la Policía Militar. Unos 10 minutos duraron los incidentes.
El resultado del partido coloca al equipo de Porto Alegre en el penúltimo lugar de la Liga brasileña, solo por detrás del Chapecoense. Mientras, los de São Paulo mejoraron de posición para colocarse en el segundo puesto de una tabla que lidera el Atlético Minero, que el domingo perdió ante el Flamengo.
Los anfitriones del Gremio fueron los primeros en anotar gracias al delantero Diego Souza, pero antes del descanso el centrocampista Rapahel Veiga ya había marcado dos goles para el Palmeiras. Uno de ellos fue un penalti confirmado por el VAR. Los paulistanos iban ganando cuando Elias anotó para el Gremio el gol que prometía el empate a dos, pero el árbitro lo anuló por fuera de juego, lo que enervó a su afición. Poco después los verdiblancos anotaron el tercero y sentenciaron el partido en el tiempo de descuento. Inmediatamente después de que se pitara el final del encuentro, se produjo la invasión del campo.
Las autoridades investigan los incidentes cuyo castigo podría suponer el pago de una multa de 100.000 reales (15.000 euros, 18,000 dólares) y el cierre del estadio del Gremio durante diez partidos, según el diario Folha de S. Paulo. Como tiene previsto jugar en casa la mitad de los once partidos que restan del campeonato, ese hipotético castigo podría perjudicar notablemente sus opciones de permanecer en la serie A del campeonato brasileño. Entre el material que está siendo analizado hay unas imágenes difundidas por seguidores del Palmeiras que, aparentemente, muestran a un miembro de la hinchada contraria haciendo gestos racistas que imitan a un mono.
A la frustración de los aficionados del Gremio contribuyó seguramente el que venían de una buena racha porque arrancó el partido por delante del equipo visitante y porque logró ganar el partido anterior. El año pasado, el portero paraguayo Gatito Fernández, que entonces defendía la portería del Botafogo carioca, fue sancionado con tres partidos por chutar contra la cabina del VAR. También tuvo que pagar una multa de 56.000 reales.
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