El Frente Atlético no reaparece y el Calderón acalla al fondo sur

Dos semanas después de la muerte de Francisco Javier Romero Taboada tras la reyerta masiva entre ultras del Atlético y del Deportivo en las inmediaciones del Vicente Calderón, el fútbol volvió este domingo al estadio rojiblanco y el Frente Atlético (FA) no se hizo notar ni fuera ni dentro del recinto donde se disputó el partido contra el Villarreal con la peor entrada de la temporada, unas 30.000 personas. Tras su expulsión, pese a que insiste en que no puede ser expulsado ya que nunca fue una peña oficial, el FA no se atrevió a reaparecer como había amenazado en las redes sociales. El fuerte dispositivo policial y la previsible contestación por parte de la inmensa mayoría de los seguidores rojiblancos lo disuadió.

"Después de lo ocurrido, es lógico que se hayan tomado estas medidas", decía un aficionado que se disponía a entrar en el estadio más de una hora antes del encuentro por una de las puertas por las que se accede al sector del fondo sur ocupado habitualmente por los ultras y el resto de la Grada Joven, las 43, 44, 45 y 46. "Me parece una exageración. Es todo cara a la galería", señalaba otro, mientras en el exterior del estadio no había rastro de los radicales del FA, que no se concentraron en sus puntos de encuentro habituales. La tienda, en uno de los bares donde venden sus productos, no abrió y en los tenderetes de los alrededores tampoco se ofrecían las habituales prendas, banderas y objetos con la simbología del grupo radical.

"No ha hecho falta que nadie nos diga nada, no nos merecía la pena", declaraba uno de los encargados de un puesto, consciente de que la policía hubiese procedido a requisarle todo lo relacionado con el FA, lo mismo que fueron requisados en los controles de acceso los que algunos intentaron introducir.

DNI y abono

Con unos 20 furgones de la policía alineados a escasa distancia de las citadas puertas de acceso, los aficionados eran sometidos a un primer control por parte de las fuerzas de seguridad, que les pedían el DNI y el abono. Cincuenta metros después tenían que volver a mostrar la documentación en los cinco accesos individuales a los que se llegaba por cinco pasillos vallados. En todas las puertas del estadio el club colocó un aviso con todos los motivos de sanción y expulsión del recinto, reproducidos de la Ley del Deporte.

Ya dentro, y pese a la ausencia de cualquier elemento que hiciera referencia al Frente, a los aficionados presentes en el fondo sur, en el que se apreciaba un significativo vacío en la zona central ocupada normalmente por el núcleo duro del grupo radical, no se les permitió entonar los cánticos que pretendieron. "¡Somos nosotros, Atleti somos nosotros!", comenzaron a gritar y los pitos del resto del estadio los acalló. Y así cada vez que intentaron hacerse oír. Por contra, buena parte del resto de seguidores animaron al equipo con las habituales estrofas del himno y gritos como "aquí están, estos son los hinchas del Calderón". Al final, un nuevo intento de los fondo sur de levantar la voz se topó con la misma reacción reprobatoria.

"No estoy ni con unos ni con otros", declaró Gabi al término del encuentro para matizar a continuación: "Valoro a la gente que siempre nos ha animado con deportividad y ha estado a nuestro lado".