Fue un acto corto y muy sencillo, pero con una gran carga emotiva. Ayer quedó inaugurada oficialmente la Plaza Aitor Zabaleta, ubicada en el número 15 del Paseo de Portuetxe de Donostia en memoria del aficionado realista brutalmente asesinado en las puertas del Vicente Calderón hace justo 16 años.
Jokin Aperribay y Juan Karlos Izagirre, máximos representantes de la Real Sociedad y el Ayuntamiento de Donostia, quisieron acompañar a la familia en el evento. El nombre del hincha txuri urdin apuñalado está grabado en la mente de todos lo que aman la Real y, desde ayer, también en una placa azul y blanca, claro, en el barrio de Ibaeta.
Javier Zabaleta, padre de Aitor, y Jokin Aperribay se estrecharon cordialmente sus manos nada más verse. Arrate Cortázar, la madre, estaba emocionada. El recuerdo de Aitor era, si cabe, más vivo. Cuando llegaron, un dantzari bailó un aurresku de honor bajo la atenta mirada de una veintena de aficionados realistas que también quisieron honrar la memoria del seguidor.
'Ez dugu ahazten', rezaba una pancarta sujeta por otros aficionados ubicados en una de las esquinas de la explanada que lleva el nombre de Aitor Zabaleta por expreso deseo de sus vecinos. Cerca de allí está el restaurante que regenta la familia y en el campo de fútbol anexo está pintado desde hace muchos años el rostro del hincha asesinado. Cada conductor que pasa por allí ve que el barrio se acuerda de Aitor.
Es una plaza donde los chavales habitúan a jugar a fútbol, la pasión del aficionado, la que llevó al Calderón a ver a su Real en aquella fatídica noche del 8 de diciembre de 1998.
Por parte de la Real, al margen del presidente, acudieron los consejeros Joseba Ibarburu, José Luis Goñi, Nekane Soria y Álex Uranga. Por el Ayuntamiento, no faltó el Concejal delegado de Deportes y Desarrollo Económico, Josu Ruiz.
En palabras a Cuatro TV, Javier Zabaleta declaró que "el dolor lo llevamos siempre, más dolor no es posible". El asesinato de Aitor ha sido recordado desde hace 10 días por el crimen de Jimmy, el aficionado del Depor, también en manos de los radicales del Atlético de Madrid, para Javier, "un caso totalmente diferente en el que "no se comprende que no haya habido una mejor actuación por parte de la policía". Dice al aita de Aitor que "no le veo solución porque no hay voluntad. A Aitor le han seguido insultando y diciendo perrerías todo este tiempo".
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