Los días de los Riazor Blues parecen contados. Una importante corriente dentro de la peña ultra del Deportivo es partidaria de disolver la agrupación de forma definitiva.
De momento, no hay una decisión tomada al cien por cien, en parte porque algunos de los colaboradores más destacados de la peña se encontraban ayer en la capital de España (unos regresaban con el féretro y otros aún detenidos). La intención, según apuntan algunas fuentes, es esperar a que pasen todos los actos relacionados con el sepelio de Francisco Javier Romero Taboada Jimmy y después adoptar una decisión definitiva y emitir un comunicado público.
Los incidentes ocurridos el pasado domingo en Madrid, en donde uno de sus integrantes fue asesinado durante una batalla campal a orillas del Manzanares han hecho replantearse la situación a un grupo en el que en la actualidad conviven miembros que viven por y para el fútbol y que incluso colaboran activamente con diferentes oenegés junto a otros radicales que destacan por su virulencia.
Lo sucedido en el Manzanares ha sido señalado por algunos de los participantes en la gresca como algo que no les había tocado vivir hasta el momento y entienden que la muerte de Jimmy debe poner el punto y final a su historia.
Primer intento de ruptura
No es la primera vez que los Riazor Blues adoptan una medida de este tipo. La anterior vez fue con motivo de la muerte de Manuel Ríos en Santiago, tras un Compostela-Deportivo de Copa del Rey. Tras aquel luctuoso suceso, la peña blanquiazul emitió un comunicado en el que explicaban que la agrupación había nacido en 1987 con el fin de dar color a la grada, animar y arropar al equipo en Riazor y fuera, y que no estaban dispuestos que bajo el manto de sus banderas se refugiaran violentos o delincuentes.
«Por moi grande que sexa, ningunha bandeira paga a pena si debaixo dela pode agacharse un só violento», aseguraban en su comunicado hace ahora 11 años.
Poco después, el grupo regresaba a las gradas de Riazor bajo el compromiso de mantener ese principio de animación sin violencia. Pero con el tiempo, los radicales volvieron a perpetrar detrás de las banderas de los Blues y a cometer actos vandálicos.
Ahora, después de el trágico suceso del Manzanares, la agrupación vuelve a replantearse su existencia. Durante los próximos días habrá debate sobre la conveniencia de la misma, pero algunas fuentes apuntan a que no hay vuelta atrás.
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