Entre los detenidos por `kale borroka´ en una operación ordenada por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón se encontraba el curioso caso de Mikel de Gregorio, jugador del Sestao River que milita en la categoría de Segunda B. De día, de Gregorio lleva una vida normal y sana como deportista y de noche saca a relucir sus pasiones más atávicas quemando cajeros y buses por las calles de Bilbao. La Policía desarrolló en la madrugada del miércoles una nueva operación por orden del juez Baltasar Garzón. En concreto, los jóvenes Joseba Elorriaga, Mikel de Gregorio, Txomin Gezuraga y Aner Mimenza fueron detenidos en Getxo, mientras Josu Rodríguez y Lander Labajo fueron arrestados en Berango. Es curioso como Gara relata la detención de Mikel de Gregorio dando a entender que los violentos son los que reprimen y no los detenidos:
La detención de Mikel de Gregoriotambién resultó violenta, según informó el organismo antirrepresivo. Los agentes mantuvieron esposados a dos familiares del arrestado y les obligaron a permanecer en las escaleras. La secretaria judicial llegó a la casa casi una hora después de que los policías irrumpieran en su domicilio. Según señaló Askatasuna, el resto de arrestos fueron más «normales» y la secretaria judicial se presentó con la orden de detención. Además de las detenciones, la Policía española registró las viviendas de los arrestados y en todos los casos se llevaron ordenadores y diversa documentación. El mismo periódico cuenta que la detención de los seis jóvenes también "causó indignación y sorpresa entre sus familiares y amigos ya que eran muy conocidos en Uribe Kosta y hacían vida pública participando en todo tipo de actividades culturales, deportivas y sociales". Más allá de que el hecho de que realicen actividades sociales no los exculpa de nada, la verdad es muy otra: todos en Getxo saben que De Gregorio es una especie de Dr. Jekyll y Mr. Hyde, un chico normal de día y un fanático energúmeno de noche.
La detención de Mikel de Gregoriotambién resultó violenta, según informó el organismo antirrepresivo. Los agentes mantuvieron esposados a dos familiares del arrestado y les obligaron a permanecer en las escaleras. La secretaria judicial llegó a la casa casi una hora después de que los policías irrumpieran en su domicilio. Según señaló Askatasuna, el resto de arrestos fueron más «normales» y la secretaria judicial se presentó con la orden de detención. Además de las detenciones, la Policía española registró las viviendas de los arrestados y en todos los casos se llevaron ordenadores y diversa documentación. El mismo periódico cuenta que la detención de los seis jóvenes también "causó indignación y sorpresa entre sus familiares y amigos ya que eran muy conocidos en Uribe Kosta y hacían vida pública participando en todo tipo de actividades culturales, deportivas y sociales". Más allá de que el hecho de que realicen actividades sociales no los exculpa de nada, la verdad es muy otra: todos en Getxo saben que De Gregorio es una especie de Dr. Jekyll y Mr. Hyde, un chico normal de día y un fanático energúmeno de noche.
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