La nota negativa de la décima fecha de la Liga Gambrinus la pusieron los seguidores más ultras del Bohemians 1905, de Praga. En su desplazamiento a Kladno, se enfrentaron con violencia tanto con hinchas locales como con guardias de seguridad y con fuerzas policiales.
En las tribunas del estadio se desató una especie de batalla campal, algo muy inusual en el normalmente pacífico fútbol checo, en relación con la violencia exacerbada que afecta desde hace años al fútbol latinoamericano. El administrador del estadio de Kladno, Jaroslav Vosta, lamentó el comportamiento de los hinchas y la destrucción de una parte del recinto deportivo. "El Bohemians nos pidió mil lugares para sus hinchas y se los dimos, pensando que eran personas decentes. Lo que pasó no pudimos evitarlo. Nos destruyeron el estadio, sacaron los asientos de plástico y los arrojaron contra el juez de línea, porque no les pareció un cobro. No sé dónde irá a parar toda esta violencia", declaró el funcionario a la Televisión Checa. Durante el transcurso del partido hubo conatos de pelea entre seguidores locales y visitas, que fueron contenidas por guardias privados. Pero al final del partido, a raíz de un cobro arbitral, explotó una fenomenal gresca entre algunos guardias de seguridad, los hinchas del Bohemians y luego la policía, que tuvo que intervenir para calmar los ánimos. Las cámaras de la Televisión Checa grabaron y retransmitieron profusamente el incidente. El Bohemians perdió en la cancha por 2-1 y seguramente sus seguidores serán duramente sancionados por el consejo regulador del fútbol checo. En otro resultado de la décima jornada, el Sparta sólo pudo empatar de visita ante el Ceské Budejovice, 1-1, quedando de esta forma relegado en el cuarto puesto de la tabla con 17 puntos, a ocho del líder, Slavia.
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