El ex valencianista Lucarelli, punta de Italia y exiliado en Ucrania, ha fundado en su ciudad un diario quedirige desde allí y quiere abrir otros tres
Para fundar un periódico hay que estar bastante loco, pero si el editor es alguien que vive a 4.000 kilómetros porque juega de delantero centro en un equipo ucraniano, la cosa ya tiene más sentido. Este es el curioso caso de Cristiano Lucarelli, ex jugador del Valencia, punta de la selección italiana y pichichi en el Calcio hace dos temporadas con el Livorno, pero que este verano fue fichado por el Shakhtar Donetsk y tuvo que exiliarse.Para él fue un trauma y con el fin de seguir estando presente en su ciudad y contribuir a la economía local decidió fundar el Corriere de Livorno. Llama cuatro o cinco veces al día, a ver qué llevan en primera página. El mismo día de su salida, el pasado 8 de septiembre, el rotativo dio una prueba de imparcialidad. El señor editor jugó el partido internacional Italia-Francia y sólo le pusieron un cinquillo.¿Línea editorial? Lucarelli, delantero-armario luchador, lo ha explicado así: "Yo soy curioso y atípico, la única indicación que he dado es que el periódico tiene que parecerse a mí en el carácter, no en la política."Para comprender este fenómeno editorial hay que tener algunas nociones previas sobre el Livorno. Este club es el equipo rojo de Italia por excelencia. Frente a aficiones fascistoides, los livorneses se declaran comunistas a muerte y exhiben al Che Guevara. Lucarelli, capitán y símbolo del equipo, también era uno de ellos. Como tal, hacía profesión de fe, pedía el voto para Rifondazione Comunista y celebraba los goles puño en alto.El año pasado hasta pagó de su bolsillo, junto a un senador del partido de izquierda DS, los autobuses para que volvieran a casa los ultras livorneses retenidos en Roma tras la disputa de un partido contra la Lazio.Por eso ser del Livorno para Lucarelli era algo más que fútbol. Hasta rechazó una oferta millonaria del Torino y escribió un libro sobre sus valores que se llamaba Tenetevi il miliardo (Quedaos con los millones).En algunos institutos de Livorno el libro se convirtió en texto de lectura. Luego incluso se redujo a la mitad el sueldo. Todo este amor por el club no impidió que le acabaran dando puerta, por rencillas con el presidente. Al irse, este verano, los tifosi estaban tan enfadados que le llenaron el correo de su página web con 500 mensajes y la frase "Ucrania será tu jubilación"."Si lo sé no vengo" Él respondió fundando el periódico. "Mi ciudad está en crisis y siempre he querido crear puestos de trabajo. En el diario ya son 18", explica con orgullo. Por desgracia, pese a entrar en el mundo de la comunicación, Lucarelli no supo informarse bien de las peculiaridades de la liga ucraniana. Resulta que hay una cuota mínima de jugadores nacionales y su equipo tiene ocho delanteros. Total, que se fue de estrella y no hace más que chupar banquillo. Sólo lo sacan en los partidos de la Liga de Campeones -el próximo miércoles juegan contra el Milan- y aunque él cumple marcando goles, se aburre."Si lo hubiera sabido no venía", repite en las entrevistas. En cuanto al diario, se queja de los problemas de distribución. No ve la hora de largarse de Ucrania, pero a sus 32 años desde Italia no le llama nadie. Sin embargo, Donadoni, que fue entrenador suyo en el Livorno, le ha convocado en la selección y esta semana ha marcado los dos goles de la azzurra en el amistoso con Suráfrica.El señor editor se ganó una calificación de 7,5 en el Corriere de Livorno. Lucarelli no se rinde: ha comprado un tercio de la sociedad del puerto de Livorno, ha anunciado la apertura de dos diarios locales más en Cecina y Piombino y ha registrado una cabecera en Pisa. El ex jugador del Valencia es un sufridor nato.
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