Los disturbios que se produjeron en la noche de este sábado cuando Estudiantes le ganaba 2-1 a Racing no provocaron heridos ni que por este tema se produzcan detenciones, según le confirmaron a Télam desde la comisaría primera de Avellaneda.Cuando a los 33 minutos del segundo tiempo Maximiliano Moralez recibía la segunda tarjeta amarilla, se desató la furia de los hinchas de Racing, quienes arrojaron todo tipo de elementos contundentes hacia dentro de la cancha, y por esa reacción violenta se suspendió el partido.Un grupo de simpatizantes -extrañamente la barrabrava de Racing no participó de los disturbios- llegó a enfrentarse con la policía, que rápidamente controló la situación, pero el árbitroFederico Beligoy ya había suspendido el encuentro. Más allá de algunas escenas de pánico vividas en el sector en el que se produjeron los disturbios, donde hubo muchos chicos y mujeres al borde de las lágrimas, apenas se dio por finalizado el partido todo se calmó, sin que nadie sufriera ningún tipo de herida.
Desde la comisaría primera de Avellaneda confirmaron a Télam este domingo que por los disturbios no se produjeron detenciones.Tampoco hubo demorados antes y después del partido.Los jugadores de Racing se fueron de la cancha llegada la medianoche y en los alrededores del estadio de Avellaneda sólo quedaban unas 20 personas, quienes no insultaron ni vivaron a los dirigidos por Miguel Micó, quien decidió no dialogar con la prensa y recién lo haría el lunes después de la práctica matutina.Por su parte, el árbitro Federico Beligoy también se fue llegada la medianoche, pero no lo hizo por el sector donde suelen irse los jueces de los partidos.Tampoco Beligoy se fue por el vestuario local, ni por el visitante, sectores donde lo aguardaban guardias periodísticas y de hinchas, sino que la policía lo sacó de la cancha por la casa donde vivía "Tita" Mattiussi, lugar en el que funcionaba la vieja pensión donde vivían los chicos de las divisiones inferiores de Racing.
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