La policía polaca detuvo a 740 hinchas violentos que pretendían asistir al derbi entre los dos principales equipos de fútbol de Varsovia, el Legia y el Polonia Varsovia, lo que degeneró en una batalla campal entre las dos hinchadas y los agentes. Algunos de los detenidos, entre los cuales se encuentran 63 menores, se enfrentan hasta a diez años de prisión, acusados de desordenes públicos, destrucción de la vía pública, agresión a lo autoridad y reunión ilegal.
Según informó hoy la comandancia de policía de Varsovia, los hinchas serán puestos a disposición judicial en las próximas horas, y se pretende aplicarles un castigo ejemplar para evitar este tipo de incidentes, comunes en Polonia.
El derbi entre el Legia de Varsovia, equipo entrenado por Jan Urban en el que juegan cuatro españoles, y el Polonia Varsovia, los dos grandes rivales de la capital polaca, está considerado de máximo riesgo, por lo que la policía se preparó con un despliegue extraordinario de agentes.
Ésta no es la primera que los hinchas polacos protagonizan incidentes violentos, ya que el pasado año los seguidores del Legia destruyeron completamente el graderío del equipo de la Vilnius, capital Lituana, durante un encuentro internacional.
Los altercados le costaron al Legia de Varsovia estar un año fuera de las competiciones europeas, al igual que ahora muchos de sus aficionados más radicales tendrán que pasar una temporada a la sombra a cuenta de esta afición desbordada. El partido entre los dos rivales finalizó con el resultado de empate a 1.
Según informó hoy la comandancia de policía de Varsovia, los hinchas serán puestos a disposición judicial en las próximas horas, y se pretende aplicarles un castigo ejemplar para evitar este tipo de incidentes, comunes en Polonia.
El derbi entre el Legia de Varsovia, equipo entrenado por Jan Urban en el que juegan cuatro españoles, y el Polonia Varsovia, los dos grandes rivales de la capital polaca, está considerado de máximo riesgo, por lo que la policía se preparó con un despliegue extraordinario de agentes.
Ésta no es la primera que los hinchas polacos protagonizan incidentes violentos, ya que el pasado año los seguidores del Legia destruyeron completamente el graderío del equipo de la Vilnius, capital Lituana, durante un encuentro internacional.
Los altercados le costaron al Legia de Varsovia estar un año fuera de las competiciones europeas, al igual que ahora muchos de sus aficionados más radicales tendrán que pasar una temporada a la sombra a cuenta de esta afición desbordada. El partido entre los dos rivales finalizó con el resultado de empate a 1.
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