El seleccionador naranja, Bert van Marwijk, condenó los gritos de un pequeño grupo de aficionados locales. La del miércoles por la tarde fue la primera práctica con público del equipo.
"Ahora sabemos por lo menos lo que nos espera. Un ambiente estupendo", ironizó el estratega al diario holandés Algemeen Dagblad de hoy.
Los gritos provenían de ultras del Wisla Cracovia, que imitaron los sonidos de los monos cuando el balón lo tocaban jugadores negros. El técnico reaccionó de inmediato y trasladó el entrenamiento a la portería opuesta de donde surgían los gritos racistas.
En la selección holandesa figuran de nuevo algunos jugadores de color como Nigel de Jong, Jetro Willems, Michel Vorm, Gregory van der Wiel y Luciano Narsingh.
La Unión Europea de Fútbol Asociado (UEFA) fue informada del incidente, pero ni la Federación Holandesa ni Van Marwijk protestaron oficialmente, según aseguró hoy un vocero del ente rector continental.
Las protestas de los aficionados se dirigieron más bien contra la UEFA, sostuvo el ente. En una pancartaaparecía tachado el logotipo de la Eurocopa porque para enojo de muchos habitantes de la ciudad universitaria, en Cracovia no se celebra ningún partido del torneo.
Aparte de los incidentes al comienzo del entrenamiento, Van Marwijk se mostró muy satifecho del recibimiento dispensado a su equipo. "No ocurre a menudo entrenar ante 25.000 espectadores", dijo el técnico de 60 años. Por lo demás los holandeses se sienten bien acogidos en Cracovia. "Los responsables hicieron una excelente elección", elogió el capitán, Mark van Bommel.
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