Casi trescientos agentes, entre efectivos del Cuerpo Nacional de Policía y Policía Local, velarán por la seguridad en el partido del próximo domingo, en La Coruña. La dotación de miembros respecto a otros años aumenta ligeramente al objeto de impedir que se puedan producir incidentes como los acontecidos en el último enfrentamiento entre el Deportivo y el Sporting, en febrero de 2014.
En aquella ocasión el partido fue declarado de alto riesgo, al igual que esta vez, y ni el celo policial impidió la batalla entre seguidores de los grupos Ultra Boys y Riazor Blues, que mantienen una histórica mala relación. Aquellos incidentes, en las inmediaciones de Riazor, se saldaron con cuatro detenidos: tres hinchas del Sporting y uno del Deportivo. En aquella ocasión, hubo malestar por la hora del partido (fue a mediodía), ya que en opinión de los agentes eso favorece que se junte la tensión propia de los más radicales con la prolongación de una noche de fiesta.
En esta ocasión, el encuentro está previsto para las cuatro de la tarde. Sin embargo, el control que se realizará será mucho más estricto. El fallecimiento del seguidor deportivista Jimmy, el pasado mes de noviembre, obliga a las fuerzas de seguridad a extremar las precauciones y evitar actos vandálicos antes y después del encuentro.
Según datos a los que ha tenido acceso este periódico, el Cuerpo Nacional de Policía desplegará unos doscientos agentes el día del partido, a los que hay que sumar otro centenar de efectivos de la Policía Local, que se completarán con miembros de la seguridad privada
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