La Ertzaintza está en alerta y prepara su dispositivo de seguridad para el choque de vuelta de la Europa League que disputarán el jueves en San Mamés (19 horas) el Athletic y el Olympique de Marsella (OM), declarado de alto riesgo por la Comisión Antiviolencia. El principal objetivo es que no se produzca una nueva pelea entre hinchas radicales del conjunto rojiblanco y del club francés.
En la ida se produjo un duro episodio de violencia una hora antes del encuentro. A un kilómetro del estadio, un grupo de cincuenta ultras del Marsella abordó a los rojiblancos, unos ochenta, identificados por la Ertzaintza como integrantes de un sector de la antigua Herri Norte. Iban acompañados por miembros de la peña ultra Ultramarines del Girondins. Los de Burdeos tienen relación con los bilbaínos y están enfrentados a los marselleses.
Los testigos presenciales relataron que se produjo una breve pero intensa trifulca entre los dos grupos. Volaron botellas y sillas y dos radicales rojiblancos resultaron heridos leves, uno en una pierna y el otro en la cabeza. Ninguno precisó de asistencia médica. Antes de que los gendarmes pudieran intervenir, los marselleses huyeron. No hubo detenidos. El temor de la Ertzaintza es que la pelea continúe en Bilbao y que los ultras del Girondins se presenten en la ciudad como apoyo a los vascos. Al fin y al cabo, están más cerca de San Mamés (335 kilómetros) que del Vélodrome (645).
La algarada tuvo consecuencias negativas para los mil hinchas rojiblancos que acudieron a Marsella y que fueron colocados en el córner de una portería. La previsión de la Gendarmería era desalojarles veinte minutos después de acabar el partido. Como entre ellos estaban los miembros del sector de la antigua Herri Norte y de Ultramarines que habían participado en la pelea, los agentes entendieron que era más conveniente que permanecieran en la grada una hora más.
Los antecedentes de los marselleses son inquietantes. A los incidentes del partido de ida hay que sumar esta misma campaña los que protagonizaron a principios de septiembre en Groningen (Holanda). Decenas de radicales del OM irrumpieron en el centro de la ciudad y comenzaron a arrojar mesas y sillas de un bar hacia todos lados. La Policía intervino con bicicletas y caballos para reprimir y detener a algunos de los ultras.
Los episodios violentos en Bilbao cuando hay partidos europeos se han convertido en comunes. Los últimos han sido ante el Oporto (peleas entre grupos radicales), Zilina (un detenido tras arrojar una botella a los eslovacos) y Partizan (con un intento de agresión a los serbios abortado por la Ertzaintza).
1.200 marselleses
Las fuentes consultadas indican que el Marsella ha vendido las alrededor de 1.100 entradas que le remitió el Athletic, a las que hay que añadir en torno a 100 enviadas por cortesía para VIP que se colocarán en el segundo anfiteatro de la Tribuna Central, justo delante de los puestos de los periodistas.
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