Rico Pérez, estadio por el que han pasado estrellas como Messi, Cristiano Ronaldo y Diego Costa. En la zona de las taquillas un grupo de seis personas se prepara para pasar la noche. No es que acampen para ser los primeros en conseguir entradas para un partido de fútbol. Se trata de gente sin hogar, sin trabajo, sin familia, sin nada, que ha hecho del estadio su «casa».
Desde hace unas semanas, estos indigentes duermen junto a las taquillas con colchones, sacos, mantas, cartones y mochilas como sus únicas pertenencias. Cansados, sin esperar nada de la vida, solo quieren que les dejen en paz. «Venimos aquí porque es una zona tranquila, no molestamos a nadie y no queremos que nadie nos moleste», afirma en voz baja uno de los «propietarios», receloso hasta el punto de no dar ni su nombre.
No quieren contar tampoco porque han acabado en la calle, sin una casa en la que vivir, solo dicen que han elegido el Rico Pérez porque es un sitio que no tiene prácticamente tránsito por las noches, y les da cobijo en esas horas nocturnas en que hace frío y viento. «El invierno está siendo benévolo y aquí, entre los muros, estamos resguardados», explica otro.
Preguntados por qué motivo no acuden al centro de acogida e inserción para personas sin hogar, el silencio se mantiene entre los sintecho mientras se miran unos a otros. Al final, uno se decide a hablar: «El centro de acogida no sirve para nada, solo puedes estar seis noches, al séptimo día a la calle; así que nos buscamos la vida y hemos acabado aquí». Además, cuentan que el Hércules no les pone ningún problema para dormir en las taquillas.
Mientras, desde el club recuerdan que esta situación «ha pasado siempre» porque la instalación deportiva favorece que se los indigentes se puedan refugiar para combatir el frío. Fuentes del equipo blanquiazul inciden en que la Policía Local les tiene controlados y que «nosotros no los vamos a tirar, no molestan y es una cuestión de humanidad».
Por su parte, la concejala de Acción Social del Ayuntamiento de Alicante, Nerea Belmonte, afirma que cada persona sin techo «tiene un perfil y una necesidad, son seis noches de acogida el centro, pero luego uno puede quedarse o decide marcharse si no quiere compartir techo, no se adapta a las normas o no quiere entrar en programas de reinserción».
Viernes, 9.15 horas. Rico Pérez. Casi todos los «usuarios» de la zona de las taquillas han desaparecido, aunque hay alguno que no se mueve en todo el día. Han recogido sus pertenencias, apartado los colchones y cartones a una esquina, y se han marchado a buscarse la vida, o a dejarla pasar.
En 48 horas el Hércules juega contra el Sabadell un encuentro decisivo para no quedar descolgado de los puestos de promoción de ascenso a Segunda. Para los sintecho es un partido más, ellos solo aguardan a que acabe para que los aficionados se marchen y poder así volver a instalarse.
Así es el Rico Pérez: un estadio de Primera División donde juega un equipo de Segunda B y que entre sus muros de hormigón cobija a personas que están fuera del sistema.
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