El partido, en Catamarca, ante Atlético Policial fue suspendido a los 16 minutos del segundo tiempo, por los graves enfrentamientos de efectivos con la parcialidad y jugadores "ferroviarios". Ganaba el local por 2 a 0. El saldo de la gresca fue de cuatro integrantes del equipo santiagueño con diversas lesiones.
Nadie imaginaba un final tan abrupto como triste, violento e intolerante, como el que tuvo el encuentro entre Atlético Policial y Central Córdoba, en el estadio “xeneize”.El cotejo fue suspendido a los 16 minutos de la etapa complementaria cuando después del segundo gol de Policial (era el 2 a 0), se desató la barbarie -en un principio- cuando los hinchas “ferroviarios” comenzaron a enloquecerse interpretando que el tanto de Gustavo Luján (hizo los dos, el primero a los 38 minutos del primer tiempo), fue en una acción en aparente posición adelantada.Tras romper un parapelotas, la policía comenzó a reprimir con gases y balas de gomas a los enardecidos hinchas. Eso permitió que algunos jugadores de Central Córdoba intercedieran para intentar calmar el accionar policial, pero determinó todo lo contrario, ya que los uniformados atacaron desaforadamente con palazos a los integrantes del equipo de Juan Manuel Ramos.De este violento acto de la policía, Cristian Olmedo, Lucas Ramos y Diego Suárez terminaron con serios golpes en la cabeza y abdomen, mientras que Sebastián Sáez resultó con la mordedura de un perro en su antebrazo derecho, lo que demandó algunos puntos de sutura. Realmente vergonzoso.Nadie justifica la violencia en los actos deportivos, pero tampoco se puede entender la forma en que actuó la policía de Catamarca para con los hinchas “ferroviarios” y más tarde con los jugadores. Realmente algo inusual e intolerante que no hace otra cosa que poner una mancha más al fútbol argentino.Los sucesos duraron alrededor de media hora. Durante ese tiempo, el árbitro Roque Díaz evaluó la situación y decidió la suspensión del encuentro con la victoria parcial de Atlético Policial por 2 a 0.Nadie podía presagiar este final violento, porque durante el desarrollo del juego todo se movió por los carriles normales.Fabricio Sánchez Varela nunca apareció para intentar ser el timón del equipo y por lo consiguiente, Villalba y Sáez estuvieron huérfanos de pelotas cerca del área de un seguro golero “xeneize”, Fermín González.Primer golA los 38 minutos, el santiagueño Diego Britos se escapó por la derecha en una acción de contraataque, mandó un centro perfecto para la aparición fantasmal de Gustavo Luján. El “Vica”, con un certero cabezazo marcó el primer gol para Policial.En el complemento, Policial siguió siendo más criterioso con la pelota. Intentó llegar por los laterales y aprovechar el frágil esquema defensivo que impuso el técnico Juan Manuel Ramos.A los 13 minutos avisó Mauricio Luján con un remate desde fuera del área, pero esta vez se encontró con un atento Germán Montenegro.Tres minutos más tarde, en el fatídico minuto 16 nació lo que nadie espera en un partido de fútbol. Un pelotazo a la espalda de una defensa adelantada encontró a Gustavo Luján en aparente posición adelantada, pero al “Vica” nada le importó y definió con un “globo” sobre la salida desesperada de Montenegro.Tras el gol, todos los jugadores “ferroviarios” se fueron desaforados a protestarle al juez de línea, lo que hizo enfurecer más a los hinchas.Lamentable, triste e incomprensible, un final abrupto, lleno de violencia y con saldos para pensar lo peor: cuatro jugadores lesionados por la irracionalidad permitida por el uniforme policial.Ahora la historia seguirá en el Consejo Federal, que en definitiva será el que tendrá la última palabra.
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