Ocurrió en su día con José María García y la historia siempre se vuelve a repetir. A raíz de las informaciones que José Antonio Abellán denunció en la Cadena COPE sobre el contrato televisivo firmado por Ramón Calderón, anoche los Ultra Sur respondieron con varias pancartas alusivas al presentador de la COPE. Ningún empleado del club procedió a retirar las mencionadas pancartas. Un asunto tan desagradable como real, en el que cada uno tiene su opinión, pero en el que pocos permanecen indiferentes. Como pruebas, los testimonios gráficos para todos aquellos que no pudieron ver, en abierto, el encuentro. Ocurrió con José María García y la historia, caprichosa, ha querido que la situación se volviera a repetir. En la década de los noventa, el aquel entonces número uno del periodismo radiofónico, José María García, entró en una feroz lucha contra el dúo Ramón Mendoza-Lorenzo Sanz, por aquel entonces máximas autoridades en el Real Madrid. García denunció irregularidades en la gestión de Mendoza en sus programas, y la respuesta de Ultra Sur, el grupo radical del Real Madrid, fue visceral. Colocaron pancartas en contra del informador e incluso llegaron a pasear un muñeco que simulaba ser García, al que golpeaban, quemaban e insultaban zarandeándolo por todo el graderío.
Anoche ocurrió algo parecido. A raíz de las informaciones que José Antonio Abellán denunció en la Cadena COPE sobre el contrato televisivo firmado por Ramón Calderón, anoche los Ultra Sur respondieron con virulencia a través de varias pancartas alusivas al presentador de El Tirachinas de la COPE. Ningún empleado del club procedió a retirar las mencionadas pancartas. Fue el episodio, dantesco, de un partido de fútbol en el que la guerra de las televisiones explotó en la cara de los aficionados al fútbol.
Anoche ocurrió algo parecido. A raíz de las informaciones que José Antonio Abellán denunció en la Cadena COPE sobre el contrato televisivo firmado por Ramón Calderón, anoche los Ultra Sur respondieron con virulencia a través de varias pancartas alusivas al presentador de El Tirachinas de la COPE. Ningún empleado del club procedió a retirar las mencionadas pancartas. Fue el episodio, dantesco, de un partido de fútbol en el que la guerra de las televisiones explotó en la cara de los aficionados al fútbol.
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