Unos aficionados violentos que el fin de semana interrumpieron el derbi de la capital de Rumania lograron introducir en el estadio explosivos para fabricar bengalas ocultos en su ropa interior, dijo el jefe de la policía antidisturbios local.
Los hinchas de Steaua y Dínamo se lanzaron bengalas y bombas de humo y arrojaron estos elementos al terreno de juego, interrumpiendo tres veces en los primeros 12 minutos el partido del sábado, disputado en el estadio Ghencea.
"Los aficionados ocultaron pólvora y diferentes materiales en su ropa interior y lo llevaron a las gradas", dijo a Reuters el comisario Olimpiodor Antonescu.
"Así que sólo necesitaron unos pocos minutos para preparar las bengalas y bombas y arrojarlas al campo", agregó. Los problemas comenzaron antes del encuentro, con disturbios entre las hinchadas en las afueras del estadio.
Los dos equipos tuvieron que suspender el calentamiento en el campo durante varios minutos, después que la policía tuviera que utilizar gases lacrimógenos para evitar que algunos hinchas destrozaran los asientos de plástico de las gradas.
La interrupción más larga duró ocho minutos, y los jugadores tuvieron que retirarse a los vestuarios para no respirar el humo.
Tras el partido, que el Steaua ganó 1-0, un portavoz de la policía dijo que 16 aficionados fueron multados y que se abrió expediente penal a nueve de ellos por comportamiento violento en un lugar público.
"Los aficionados ocultaron pólvora y diferentes materiales en su ropa interior y lo llevaron a las gradas", dijo a Reuters el comisario Olimpiodor Antonescu.
"Así que sólo necesitaron unos pocos minutos para preparar las bengalas y bombas y arrojarlas al campo", agregó. Los problemas comenzaron antes del encuentro, con disturbios entre las hinchadas en las afueras del estadio.
Los dos equipos tuvieron que suspender el calentamiento en el campo durante varios minutos, después que la policía tuviera que utilizar gases lacrimógenos para evitar que algunos hinchas destrozaran los asientos de plástico de las gradas.
La interrupción más larga duró ocho minutos, y los jugadores tuvieron que retirarse a los vestuarios para no respirar el humo.
Tras el partido, que el Steaua ganó 1-0, un portavoz de la policía dijo que 16 aficionados fueron multados y que se abrió expediente penal a nueve de ellos por comportamiento violento en un lugar público.
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