Un aficionado muerto, varios heridos y 48 personas detenidas es el saldo reportado esta tarde en Tegucigalpa, la capital hondureña, luego de que los equipos de fútbol Olimpia y Motagua protagonizaron el clásico local del Campeonato de Clausura de la Primera División.
Informaciones brindadas por el vocero de la policía, Iván Mejía, indican que un aficionado de la barra del Olimpia, cuyo nombre aún no se identifica, murió en un enfrentamiento con armas de fuego que se efectuó dentro del estadio.
Reportes de prensa indican que una vez que concluyó el partido donde el Motagua venció al Olimpia, el más popular de los equipos hondureños, las barras de ambos clubes desataron enfrentamientos que iniciaron en las graderías y se extendieron hasta las calles cercanas al Estadio Nacional, donde se protagonizó el encuentro deportivo.
Una vez finalizado el partido, en los tendidos populares del Estadio Nacional, los aficionados corrían buscando salir y protegerse frente a las acciones violentas que se efectuaban.
El comisionado policial Mejía dijo que muchos miembros de las barras llevan en los instrumentos musicales armas de fuego y utensilios corto punzantes que ponen en peligro la vida de los aficionados.
Agregó que es urgente que las autoridades deportivas inviertan en cámaras de video y en diversas medidas que garanticen la seguridad de la ciudadanía que acude a los estadios del país.
La violencia ha cobrado fuerza en los estadios hondureños que han pasado a ser controlados, en una gran parte, por las barras de diversos clubes que se apropian y seccionan las instalaciones deportivas, cobran impuestos a los aficionados y en muchas ocasiones introducen armas y provocaban reyertas que intimidan al resto de hinchas.
Informaciones brindadas por el vocero de la policía, Iván Mejía, indican que un aficionado de la barra del Olimpia, cuyo nombre aún no se identifica, murió en un enfrentamiento con armas de fuego que se efectuó dentro del estadio.
Reportes de prensa indican que una vez que concluyó el partido donde el Motagua venció al Olimpia, el más popular de los equipos hondureños, las barras de ambos clubes desataron enfrentamientos que iniciaron en las graderías y se extendieron hasta las calles cercanas al Estadio Nacional, donde se protagonizó el encuentro deportivo.
Una vez finalizado el partido, en los tendidos populares del Estadio Nacional, los aficionados corrían buscando salir y protegerse frente a las acciones violentas que se efectuaban.
El comisionado policial Mejía dijo que muchos miembros de las barras llevan en los instrumentos musicales armas de fuego y utensilios corto punzantes que ponen en peligro la vida de los aficionados.
Agregó que es urgente que las autoridades deportivas inviertan en cámaras de video y en diversas medidas que garanticen la seguridad de la ciudadanía que acude a los estadios del país.
La violencia ha cobrado fuerza en los estadios hondureños que han pasado a ser controlados, en una gran parte, por las barras de diversos clubes que se apropian y seccionan las instalaciones deportivas, cobran impuestos a los aficionados y en muchas ocasiones introducen armas y provocaban reyertas que intimidan al resto de hinchas.
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