La Policía y el Real Madrid están especialmente preocupados a nivel de seguridad por el encuentro de mañana ante el Roma. La culpa la tiene una noticia a la que ha tenido acceso este periódico.
Según ha podido saber AS, los ultras del Roma han amenazado a Ultrasur (grupo radical del Real Madrid) a través de internet con ir a buscarlos a la calle Marceliano Santamaría y emprender allí una batalla campal.
La relación entre ambas aficiones radicales es pésima (por la amistad que existe entre los ultras del Lazio y del Madrid), y lo que sucedió en el partido de ida de esta eliminatoria acabó por hacer saltar la chispa entre los ultras del equipo blanco: un aficionado español fue apuñalado y algunos seguidores del Madrid fueron increpados y agredidos en los aledaños del estadio Olímpico de Roma.
5.400 seguidores del equipo romano llegarán a Madrid para presenciar el choque y sólo 3.800 vienen desde la ciudad italiana con entrada (serán ubicados en el tercer anfiteatro del Fondo Norte) por lo que el partido se ha convertido para las fuerzas de seguridad del Estado en un encuentro de alto riesgo con un matiz muy preocupante. El dispositivo de seguridad ha pasado de 600 miembros a 1.000, y para evitar que las aficiones coincidan en las calles, las puertas del estadio van a ser abiertas en vez de una hora y cuarto, dos horas antes del partido.
En el aumento de ese dispositivo de seguridad el Madrid también se ha volcado. A los habituales 250 vigilantes de seguridad, el club ha añadido cien más para que no haya problemas en el interior del Santiago Bernabéu.
Según ha podido saber AS, los ultras del Roma han amenazado a Ultrasur (grupo radical del Real Madrid) a través de internet con ir a buscarlos a la calle Marceliano Santamaría y emprender allí una batalla campal.
La relación entre ambas aficiones radicales es pésima (por la amistad que existe entre los ultras del Lazio y del Madrid), y lo que sucedió en el partido de ida de esta eliminatoria acabó por hacer saltar la chispa entre los ultras del equipo blanco: un aficionado español fue apuñalado y algunos seguidores del Madrid fueron increpados y agredidos en los aledaños del estadio Olímpico de Roma.
5.400 seguidores del equipo romano llegarán a Madrid para presenciar el choque y sólo 3.800 vienen desde la ciudad italiana con entrada (serán ubicados en el tercer anfiteatro del Fondo Norte) por lo que el partido se ha convertido para las fuerzas de seguridad del Estado en un encuentro de alto riesgo con un matiz muy preocupante. El dispositivo de seguridad ha pasado de 600 miembros a 1.000, y para evitar que las aficiones coincidan en las calles, las puertas del estadio van a ser abiertas en vez de una hora y cuarto, dos horas antes del partido.
En el aumento de ese dispositivo de seguridad el Madrid también se ha volcado. A los habituales 250 vigilantes de seguridad, el club ha añadido cien más para que no haya problemas en el interior del Santiago Bernabéu.
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