El Alavés ha denegado el envío a San Sebastián de las 600 entradas que le había solicitado la Real Sociedad para repartir entre sus aficionados con vistas al derbi de mañana en el campo de Mendizorroza, declarado 'día del club'. Desde Vitoria se reclamó a la entidad donostiarra el pago por adelantado del billetaje, a lo que se negó el destinatario por entender que la liquidación se realiza el mismo día del partido, una práctica habitual entre los clubes de la LFP. Incluso, en algunos casos el ingreso del dinero procedente de la venta de localidades se ejecuta con posterioridad a la disputa del duelo.
Con su exigencia y consiguiente negativa el Alavés pretendía evitar que se repitiera el impago realista de la campaña pasada, cuando Iñaki Badiola, ya ex presidente, le dejó a deber 100.000 euros del taquillaje vendido en San Sebastián. En aquella ocasión fueron más de 2.500 las localidades adquiridas en la salida por la afición guipuzcoana, que se desplazó en masa a Vitoria para un partido que acabó con una remontada histórica. El Alavés dio un paso hacia la salvación y la Real se quedó sin ascenso. Entonces tuvo que mediar la LFP para saldar la deuda. Restó de una subvención que debía abonar a la Real para ingresar los euros pendientes en la cuenta corriente del Alavés.
El consejo de administración que preside Fernando Ortiz de Zárate, también molesto con los destrozos ocasionados entonces por la hinchada 'txuri urdin' en Mendizorroza, quiere proteger los intereses económicos de su entidad, a pesar de que su vecino es hoy dirigido por otra directiva, bajo el mando de Jokin Aperribay, y de que la denegación de entradas ha causado malestar entre las peñas blanquiazules con viajes fletados a Vitoria. Los donostiarras que mantengan el plan tendrán que adquirir los billetes en las taquillas de Mendizorroza. El Alavés les garantiza un número suficiente de asientos en el fondo de seguridad como para satisfacer la demanda, a razón de 40 euros.
La respuesta del público al derbi vasco está por comprobarse. Además de por la disputa de las entradas, la presencia de las cámaras de ETB-1 puede retraer a más de un espectador, pese al atractivo del enfrentamiento, con inicio a las 18.00 horas.
Con su exigencia y consiguiente negativa el Alavés pretendía evitar que se repitiera el impago realista de la campaña pasada, cuando Iñaki Badiola, ya ex presidente, le dejó a deber 100.000 euros del taquillaje vendido en San Sebastián. En aquella ocasión fueron más de 2.500 las localidades adquiridas en la salida por la afición guipuzcoana, que se desplazó en masa a Vitoria para un partido que acabó con una remontada histórica. El Alavés dio un paso hacia la salvación y la Real se quedó sin ascenso. Entonces tuvo que mediar la LFP para saldar la deuda. Restó de una subvención que debía abonar a la Real para ingresar los euros pendientes en la cuenta corriente del Alavés.
El consejo de administración que preside Fernando Ortiz de Zárate, también molesto con los destrozos ocasionados entonces por la hinchada 'txuri urdin' en Mendizorroza, quiere proteger los intereses económicos de su entidad, a pesar de que su vecino es hoy dirigido por otra directiva, bajo el mando de Jokin Aperribay, y de que la denegación de entradas ha causado malestar entre las peñas blanquiazules con viajes fletados a Vitoria. Los donostiarras que mantengan el plan tendrán que adquirir los billetes en las taquillas de Mendizorroza. El Alavés les garantiza un número suficiente de asientos en el fondo de seguridad como para satisfacer la demanda, a razón de 40 euros.
La respuesta del público al derbi vasco está por comprobarse. Además de por la disputa de las entradas, la presencia de las cámaras de ETB-1 puede retraer a más de un espectador, pese al atractivo del enfrentamiento, con inicio a las 18.00 horas.
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