Una naranja lanzada a las gradas donde se encontraban los seguidores del Mérida le va a costar 300 euros a un aficionado del Extremadura. Éste es el importe de la multa que fija el Juzgado de lo Contencioso número 1 de Badajoz, que ha rebajado al sanción que le había puesto la Delegación del Gobierno en Extremadura, que era de mil euros.
El incidente tuvo lugar el 3 de agosto de 2007 en Almendralejo, después de acabar el partido entre el Mérida y el Extremadura. Un aficionado de este último equipo lanzó una naranja a las gradas donde se encontraban los seguidores del Mérida.
Peligro de avalancha
El juez argumenta en el fallo que el lanzamiento de una simple naranja en un estadio puede ser tan peligroso como el de una piedra, ya que puede impactar en un ojo o provocar movimientos bruscos en las gradas y avalanchas.
El lanzamiento de piedras a aficionados de fútbol ya ha sido condenado en otras sentencias por tribunales españoles en aplicación de la Ley del Deporte.. No obstante, el juez rebaja la multa impuesta por la Delegación del Gobierno por entender que en este caso no hubo riesgo de avalanchas debido al escaso número de espectadores del equipo visitante, unos 50.
También tiene en consideración que el autor del naranjazo mostró su arrepentimiento desde el primer momento en la Comisaría de Almendralejo, donde reconoció los hechos.
Esta sentencia es firme.
El incidente tuvo lugar el 3 de agosto de 2007 en Almendralejo, después de acabar el partido entre el Mérida y el Extremadura. Un aficionado de este último equipo lanzó una naranja a las gradas donde se encontraban los seguidores del Mérida.
Peligro de avalancha
El juez argumenta en el fallo que el lanzamiento de una simple naranja en un estadio puede ser tan peligroso como el de una piedra, ya que puede impactar en un ojo o provocar movimientos bruscos en las gradas y avalanchas.
El lanzamiento de piedras a aficionados de fútbol ya ha sido condenado en otras sentencias por tribunales españoles en aplicación de la Ley del Deporte.. No obstante, el juez rebaja la multa impuesta por la Delegación del Gobierno por entender que en este caso no hubo riesgo de avalanchas debido al escaso número de espectadores del equipo visitante, unos 50.
También tiene en consideración que el autor del naranjazo mostró su arrepentimiento desde el primer momento en la Comisaría de Almendralejo, donde reconoció los hechos.
Esta sentencia es firme.
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