La discusión sobre los insultos contra los valones desde la tribuna de los hinchas del equipo flamenco Genk de primera división se ha politizado hoy con las reacciones de varios dirigentes políticos francófonos.
La Unión (federación) Belga de Fútbol decidió el pasado sábado no sancionar al Genk por los cánticos de sus hinchas "Los valones son mierda" ("les wallons c'est du caca") durante el partido de noviembre pasado contra el valón Tubize.
El presidente de la región de Valonia, el socialista Rudy Demotte, ha considerado hoy que esa decisión es "incomprensible e inaceptable", ya que muestra "una falta de respeto y de consideración hacia una región del país".
El presidente del partido nacionalista francófono (FDF), Olivier Maingain, ha declarado por su parte a la agencia Belga que está "escandalizado" por el comportamiento de los partidarios del Genk y por la decisión de la Unión de no imponer castigos.
Según el presidente del FDF, se trata de comportamiento "contrario a la ética deportiva" que se ve regularmente en los estadios y que "solo se podrá frenar si las autoridades aplican de manera estricta las leyes".
El comité ejecutivo de la Unión Belga de Fútbol justificó su decisión en que los gritos de los hinchas "no tenían como intención herir ni ofender, sino que deben ser interpretados en un contexto lúdico, burlón y bromista".
Los directores generales del Tubize, Louis Derwa, y del Standard de Lieja (actual campeón de liga), Pierre François, también expresaron el lunes su indignación por la falta de sanciones.
"La Unión ha tomado una decisión contraria a la ley, dado que el anterior ministro de Interior, Patrick Dewael, envió una circular en la que destaca que no sólo está prohibido tratar de manera racista a musulmanes y judíos, sino también a comunidades o grupos de personas", destacó Derwa.
Recalcó también que la federación había perdido "una oportunidad excelente para dar una señal al mundo del fútbol de que semejantes insultos son intolerables".
La Unión (federación) Belga de Fútbol decidió el pasado sábado no sancionar al Genk por los cánticos de sus hinchas "Los valones son mierda" ("les wallons c'est du caca") durante el partido de noviembre pasado contra el valón Tubize.
El presidente de la región de Valonia, el socialista Rudy Demotte, ha considerado hoy que esa decisión es "incomprensible e inaceptable", ya que muestra "una falta de respeto y de consideración hacia una región del país".
El presidente del partido nacionalista francófono (FDF), Olivier Maingain, ha declarado por su parte a la agencia Belga que está "escandalizado" por el comportamiento de los partidarios del Genk y por la decisión de la Unión de no imponer castigos.
Según el presidente del FDF, se trata de comportamiento "contrario a la ética deportiva" que se ve regularmente en los estadios y que "solo se podrá frenar si las autoridades aplican de manera estricta las leyes".
El comité ejecutivo de la Unión Belga de Fútbol justificó su decisión en que los gritos de los hinchas "no tenían como intención herir ni ofender, sino que deben ser interpretados en un contexto lúdico, burlón y bromista".
Los directores generales del Tubize, Louis Derwa, y del Standard de Lieja (actual campeón de liga), Pierre François, también expresaron el lunes su indignación por la falta de sanciones.
"La Unión ha tomado una decisión contraria a la ley, dado que el anterior ministro de Interior, Patrick Dewael, envió una circular en la que destaca que no sólo está prohibido tratar de manera racista a musulmanes y judíos, sino también a comunidades o grupos de personas", destacó Derwa.
Recalcó también que la federación había perdido "una oportunidad excelente para dar una señal al mundo del fútbol de que semejantes insultos son intolerables".
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