Los hinchas del equipo flamenco de segunda división Antwerp FC protagonizaron un nuevo caso de insultos a seguidores valones al llamarles "pederastas" en sus cánticos durante un partido este fin de semana contra el equipo de fútbol francófono RE Virton, según informa hoy el diario "Le Soir".
Una semana después de que la Federación Belga de Fútbol decidiese no sancionar al Genk por corear sus seguidores "los valones son mierda" ("les wallons c'est du caca") durante un partido contra el valón Tubize en noviembre pasado, la situación ha empeorado con gritos todavía más groseros.
"Los valones son pederastas", repetían los hinchas mientras bailaban con provocación.
El entrenador del Virton, Sébastien Grandjean, denunció que, en cambio, "el árbitro y sus asistentes no reaccionaban a pesar de que los cánticos racistas se volvían cada vez más audibles".
"Para proteger a mis jugadores y como protesta pacífica, les invité a sentarse durante unos minutos al final del partido frente a la tribuna principal del Antwerp y aplaudir a los perturbadores", explicó Grandjean.
El diario explica que, al calificar como "lúdicos" los cánticos antivalones de los hinchas del Genk, la Federación "ha abierto una caja de Pandora que será difícil de volver a cerrar".
La responsable del departamento de fútbol del Ministerio belga del Interior Sandrine Honnay, indicó hoy a la agencia Belga que los "cánticos provocadores" pueden ser sancionados según la ley del fútbol si primero son constatados y registrados por la policía.
Los incidentes pueden ser recogidos por medio de cámaras, que los clubes están obligados a instalar y que son gestionadas por la policía en los estadios.
En caso de que la fiscalía juzgue que los hechos no son de naturaleza penal, puede transmitir el caso a ese departamento del Ministerio, donde un consejero puede imponer sanciones que oscilan entre los 250 y los 5.000 euros o la prohibición del acceso de las personas responsables al estadio durante tres o cinco meses.
Una semana después de que la Federación Belga de Fútbol decidiese no sancionar al Genk por corear sus seguidores "los valones son mierda" ("les wallons c'est du caca") durante un partido contra el valón Tubize en noviembre pasado, la situación ha empeorado con gritos todavía más groseros.
"Los valones son pederastas", repetían los hinchas mientras bailaban con provocación.
El entrenador del Virton, Sébastien Grandjean, denunció que, en cambio, "el árbitro y sus asistentes no reaccionaban a pesar de que los cánticos racistas se volvían cada vez más audibles".
"Para proteger a mis jugadores y como protesta pacífica, les invité a sentarse durante unos minutos al final del partido frente a la tribuna principal del Antwerp y aplaudir a los perturbadores", explicó Grandjean.
El diario explica que, al calificar como "lúdicos" los cánticos antivalones de los hinchas del Genk, la Federación "ha abierto una caja de Pandora que será difícil de volver a cerrar".
La responsable del departamento de fútbol del Ministerio belga del Interior Sandrine Honnay, indicó hoy a la agencia Belga que los "cánticos provocadores" pueden ser sancionados según la ley del fútbol si primero son constatados y registrados por la policía.
Los incidentes pueden ser recogidos por medio de cámaras, que los clubes están obligados a instalar y que son gestionadas por la policía en los estadios.
En caso de que la fiscalía juzgue que los hechos no son de naturaleza penal, puede transmitir el caso a ese departamento del Ministerio, donde un consejero puede imponer sanciones que oscilan entre los 250 y los 5.000 euros o la prohibición del acceso de las personas responsables al estadio durante tres o cinco meses.
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