Ha sido uno de los momentos más emocionantes de los prolegómenos del partido de la final de la Copa del Rey entre el Atlético y el Sevilla. El momento en el que 90.000 aficionados corearon el himno nacional a pleno pulmón en el Camp Nou antes de que comenzara el encuentro.
Uno de los puntos de atención era el palco de autoridades, donde además del Príncipe Felipe también estaba, como no podía ser menos, el presidente del Fútbol Club Barcelona, Joan Laporta, que escuchó cómo los seguidores atléticos y sevillistas no ponían ningún reparo. Fue el único momento de la noche en el que las dos aficiones unieron sentimientos.
Un partido sin incidentes
Los 45.000 aficionados de Atlético de Madrid y 35.000 de Sevilla FC que acudieron al Camp Nou en Barcelona para asistir a la final de la Copa del Rey, tras pasar el día en las 'fan zone' habilitadas para cada equipo y en el centro de la ciudad sin que se produjeran encontronazos de importancia entre los hinchas.
Según pudo comprobar Europa Press, se produjeron algunos enfrentamientos puntuales entre los seguidores del mismo equipo, con algún herido leve, además de que se incendió un contenedor en una calle aledaña al campo, en la zona del gol sur, si bien en general ambas aficiones vivieron los momentos previos al partido en un clima festivo.
Según informó el Ayuntamiento, los Mossos d'Esquadra controlaron esta mañana seis autocares de radicales del Sevilla en un área de servicio de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) hasta su llegada a Barcelona, y otros cinco de radicales del Atlético desde Madrid hasta Barcelona.
En momento puntuales de la tarde la actuación de los Mossos d'Esquadra evitó que se produjeran enfrentamientos entre seguidores de ambos equipos en diversas zonas de Barcelona.
En la 'fan zone' del Sevilla, en el Parc de la Bederrida, cerca del gol norte del Camp Nou, se concentraron a lo largo del día hasta 20.000 seguidores, y en el del Atlético de Madrid, en la plaza Marqués de la Foronda, en Montjuc, hasta 30.000.
La 'fan zone' del Sevilla se llenó desde las 11 horas, primero con un ambiente familiar, y a medida que avanzaban las horas, grupos de jóvenes aficionados coparon la explanada.
Durante todo el día, y bajo un fuerte sol, los hinchas sevillistas estuvieron "bebiendo, comiendo y cantando", explicó Francisco López, ataviados con el 'sombrero de la suerte' del presidente del club, José María del Nido. Muchos habían pasado muchas horas en bus, como Ana Alvarez, que acudió a Barcelona con un grupo de amigos tras 11 horas en la carretera. "Pero nos han tratado estupendamente en Catalunya", aclaró.
Francisco López y su hijo llegaron directamente a la 'fan zone' desde el avión, aunque explicaron que si gana el Sevilla lo celebrarán este jueves en su ciudad, mientras que otro aficionado, José Antonio Ruiz, que vino en coche, aseguró que si ganan la Copa lo iban a celebrar la misma noche en Canaletes, en el centro de Barcelona.
La nota negativa fue de los seguidores que, a medida que avanzaban las horas, se enfrentaron entre ellos. En un caso, un hombre acabó con la pierna fracturada por una pelea entre hinchas sevillistas. "Una lástima", lamentó un guardia urbano que vigilaba la escena.
SOMBREROS POR PLUMAS
Si en la 'fan zone' del Sevilla predominaban los sombreros, en la del Atlético de Madrid las plumas de indio --símbolo rojiblanco-- inundaban la plaza de Espanya y el paseo María Cristina hasta el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC).
La afición colchonera celebró durante todo el día la fiesta de la Copa por toda la ciudad. "Ha sido por la tarde cuando se han empezado a desplazar a la zona habilitada", informó un mando de los Mossos d'Esquadra a Europa Press. "Se han desplazado unos 20.000 y, de momento, se respira un ambiente cívico y deportivo", aclaró a media tarde.
Los aficionados colchoneros valoraron positivamente el complejo habilitado para antes del partido. Miguel Párbole, llegado de Ponferrada en avión, explicaba que estaba "muy bien montado", aunque bromeó sobre apuntarse al "concurso público para gestionar la barra".
Y es que varios de los aficionados entendieron que los cuatro euros por una cerveza era un precio demasiado caro, sobre todo tras el rumor de que en la zona sevillista se vendía a uno.
La masiva afluencia de hinchas del Atlético que optaron por tomar la calle de Sants para acceder al campo obligó a la Guardia Urbana a restringir el tráfico hasta que la mayoría ya había podido llegar al Camp Nou.
Uno de los puntos de atención era el palco de autoridades, donde además del Príncipe Felipe también estaba, como no podía ser menos, el presidente del Fútbol Club Barcelona, Joan Laporta, que escuchó cómo los seguidores atléticos y sevillistas no ponían ningún reparo. Fue el único momento de la noche en el que las dos aficiones unieron sentimientos.
Un partido sin incidentes
Los 45.000 aficionados de Atlético de Madrid y 35.000 de Sevilla FC que acudieron al Camp Nou en Barcelona para asistir a la final de la Copa del Rey, tras pasar el día en las 'fan zone' habilitadas para cada equipo y en el centro de la ciudad sin que se produjeran encontronazos de importancia entre los hinchas.
Según pudo comprobar Europa Press, se produjeron algunos enfrentamientos puntuales entre los seguidores del mismo equipo, con algún herido leve, además de que se incendió un contenedor en una calle aledaña al campo, en la zona del gol sur, si bien en general ambas aficiones vivieron los momentos previos al partido en un clima festivo.
Según informó el Ayuntamiento, los Mossos d'Esquadra controlaron esta mañana seis autocares de radicales del Sevilla en un área de servicio de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) hasta su llegada a Barcelona, y otros cinco de radicales del Atlético desde Madrid hasta Barcelona.
En momento puntuales de la tarde la actuación de los Mossos d'Esquadra evitó que se produjeran enfrentamientos entre seguidores de ambos equipos en diversas zonas de Barcelona.
En la 'fan zone' del Sevilla, en el Parc de la Bederrida, cerca del gol norte del Camp Nou, se concentraron a lo largo del día hasta 20.000 seguidores, y en el del Atlético de Madrid, en la plaza Marqués de la Foronda, en Montjuc, hasta 30.000.
La 'fan zone' del Sevilla se llenó desde las 11 horas, primero con un ambiente familiar, y a medida que avanzaban las horas, grupos de jóvenes aficionados coparon la explanada.
Durante todo el día, y bajo un fuerte sol, los hinchas sevillistas estuvieron "bebiendo, comiendo y cantando", explicó Francisco López, ataviados con el 'sombrero de la suerte' del presidente del club, José María del Nido. Muchos habían pasado muchas horas en bus, como Ana Alvarez, que acudió a Barcelona con un grupo de amigos tras 11 horas en la carretera. "Pero nos han tratado estupendamente en Catalunya", aclaró.
Francisco López y su hijo llegaron directamente a la 'fan zone' desde el avión, aunque explicaron que si gana el Sevilla lo celebrarán este jueves en su ciudad, mientras que otro aficionado, José Antonio Ruiz, que vino en coche, aseguró que si ganan la Copa lo iban a celebrar la misma noche en Canaletes, en el centro de Barcelona.
La nota negativa fue de los seguidores que, a medida que avanzaban las horas, se enfrentaron entre ellos. En un caso, un hombre acabó con la pierna fracturada por una pelea entre hinchas sevillistas. "Una lástima", lamentó un guardia urbano que vigilaba la escena.
SOMBREROS POR PLUMAS
Si en la 'fan zone' del Sevilla predominaban los sombreros, en la del Atlético de Madrid las plumas de indio --símbolo rojiblanco-- inundaban la plaza de Espanya y el paseo María Cristina hasta el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC).
La afición colchonera celebró durante todo el día la fiesta de la Copa por toda la ciudad. "Ha sido por la tarde cuando se han empezado a desplazar a la zona habilitada", informó un mando de los Mossos d'Esquadra a Europa Press. "Se han desplazado unos 20.000 y, de momento, se respira un ambiente cívico y deportivo", aclaró a media tarde.
Los aficionados colchoneros valoraron positivamente el complejo habilitado para antes del partido. Miguel Párbole, llegado de Ponferrada en avión, explicaba que estaba "muy bien montado", aunque bromeó sobre apuntarse al "concurso público para gestionar la barra".
Y es que varios de los aficionados entendieron que los cuatro euros por una cerveza era un precio demasiado caro, sobre todo tras el rumor de que en la zona sevillista se vendía a uno.
La masiva afluencia de hinchas del Atlético que optaron por tomar la calle de Sants para acceder al campo obligó a la Guardia Urbana a restringir el tráfico hasta que la mayoría ya había podido llegar al Camp Nou.
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