Barcelona será hoy una ciudad dividida entre sevillistas y atléticos. Por primera vez en la historia, el equipo andaluz y el madrileño disputarán la final de la Copa del Rey en un duelo apasionante en el Camp Nou. Cerca de 35.000 sevillistas y más de 45.000 hinchas rojiblancos coparán las calles de la capital catalana. Unos 1.200 policías se encargarán de poner orden entre dos aficiones que ya se han citado por internet con oscuras intenciones.
Los roces entre los Biris y el Frente Atlético han sido constantes en los últimos años. En marzo del 2008 un colchonero recibió una brutal paliza en los aledaños del Pizjuán y, meses después, la policía descubrió a los radicales sevillistas con 42 bates de béisbol para los ultras del Marsella, rival europeo del Atlético. Los Mossos y la Guardia Urbana unirán sus fuerzas para evitar incidentes.
INSULTOS SIN CASTIGO / Los colchoneros, que llegan en 200 autocares, 12 trenes y 3 vuelos chárter, además de los vehículos particulares, se concentrarán en la plaza de Marqués de Foronda, en Montjuïc, mientras que los sevillistas (250 autocares, 9 trenes y 20 vuelos) estarán en la zona alta de la Diagonal, en el parque de la Bederrida. El objetivo es evitar que los radicales entren en contacto.
El Atlético buscará el doblete tras lograr la Liga Europa ante un rival que ha ganado cinco títulos desde el 2006. «El éxito europeo tiene que abrir la puerta de la ambición, estamos ante una ocasión única de ganar dos trofeos», aseguró ayer Quique Sánchez Flores, el técnico rojiblanco. Antonio Álvarez, míster del Sevilla, contará con Negredo después de que el Comité de Competición dejara en amarilla la tarjeta roja que vio en Almería. La decisión sorprende si se tiene en cuenta la inflexibilidad con la que se ha tratado al Barça en recursos anteriores. El delantero del Sevilla fue expulsado por insultar con dureza a un asistente. «Me cago en tu puta madre», le dijo.
Los roces entre los Biris y el Frente Atlético han sido constantes en los últimos años. En marzo del 2008 un colchonero recibió una brutal paliza en los aledaños del Pizjuán y, meses después, la policía descubrió a los radicales sevillistas con 42 bates de béisbol para los ultras del Marsella, rival europeo del Atlético. Los Mossos y la Guardia Urbana unirán sus fuerzas para evitar incidentes.
INSULTOS SIN CASTIGO / Los colchoneros, que llegan en 200 autocares, 12 trenes y 3 vuelos chárter, además de los vehículos particulares, se concentrarán en la plaza de Marqués de Foronda, en Montjuïc, mientras que los sevillistas (250 autocares, 9 trenes y 20 vuelos) estarán en la zona alta de la Diagonal, en el parque de la Bederrida. El objetivo es evitar que los radicales entren en contacto.
El Atlético buscará el doblete tras lograr la Liga Europa ante un rival que ha ganado cinco títulos desde el 2006. «El éxito europeo tiene que abrir la puerta de la ambición, estamos ante una ocasión única de ganar dos trofeos», aseguró ayer Quique Sánchez Flores, el técnico rojiblanco. Antonio Álvarez, míster del Sevilla, contará con Negredo después de que el Comité de Competición dejara en amarilla la tarjeta roja que vio en Almería. La decisión sorprende si se tiene en cuenta la inflexibilidad con la que se ha tratado al Barça en recursos anteriores. El delantero del Sevilla fue expulsado por insultar con dureza a un asistente. «Me cago en tu puta madre», le dijo.
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