Un inspector de Policía, responsable de la seguridad durante los partidos de fútbol que se disputan en Son Moix, denunció ayer que un grupo de neonazis está controlando una zona de la grada del estadio para apoyar al Real Mallorca.
Esta acusación la realizó el funcionario durante un juicio de faltas celebrado ayer en Palma, tras la denuncia de cuatro aficionados por un incidente que se produjo la pasada temporada durante un encuentro entre el Real Mallorca y el Atlético de Madrid. Los cuatro denunciantes pretendían que se condenara por una falta de lesiones a los cinco policías que intervinieron en una carga motivada por una pelea en el estadio. Sin embargo, las intenciones de los denunciantes fueron frustradas por la fiscal, ya que ninguno de los jóvenes fue capaz de identificar a los policías que, según ellos, les habían golpeado.
El inspector, que se responsabilizó de la actuación policial, señaló que los agentes tuvieron que intervenir por una pelea entre dos jóvenes en la zona del fondo norte del estadio. La grabación interna con las cámaras del estadio demostraban que un joven estaba golpeando a otro dándole puñetazos en la cara. La Policía quiso aportar un vídeo de la grabación interna, pero el juzgado carecía de medios para ver la grabación.
Los agentes afirman que los seguidores, al descubrir que se había detenido a uno de los integrantes del grupo, fueron en masa a pedir explicaciones. Los policías establecieron una línea de seguridad, pero debido a la insistencia de los aficionados, tuvieron que emplear la fuerza.
Los cuatro jóvenes, lógicamente, discreparon de la versión policial y afirmaron que sólo querían información de la situación de su amigo y que los agentes respondieron propinándoles golpes. Uno de los denunciantes se enfadó cuando el inspector les señaló a los seguidores que se sitúan en el fondo norte de Son Moix como simpatizantes de los movimientos neonazis. Los otros tres no hicieron ningún tipo de comentario ante estas acusaciones.
Esta acusación la realizó el funcionario durante un juicio de faltas celebrado ayer en Palma, tras la denuncia de cuatro aficionados por un incidente que se produjo la pasada temporada durante un encuentro entre el Real Mallorca y el Atlético de Madrid. Los cuatro denunciantes pretendían que se condenara por una falta de lesiones a los cinco policías que intervinieron en una carga motivada por una pelea en el estadio. Sin embargo, las intenciones de los denunciantes fueron frustradas por la fiscal, ya que ninguno de los jóvenes fue capaz de identificar a los policías que, según ellos, les habían golpeado.
El inspector, que se responsabilizó de la actuación policial, señaló que los agentes tuvieron que intervenir por una pelea entre dos jóvenes en la zona del fondo norte del estadio. La grabación interna con las cámaras del estadio demostraban que un joven estaba golpeando a otro dándole puñetazos en la cara. La Policía quiso aportar un vídeo de la grabación interna, pero el juzgado carecía de medios para ver la grabación.
Los agentes afirman que los seguidores, al descubrir que se había detenido a uno de los integrantes del grupo, fueron en masa a pedir explicaciones. Los policías establecieron una línea de seguridad, pero debido a la insistencia de los aficionados, tuvieron que emplear la fuerza.
Los cuatro jóvenes, lógicamente, discreparon de la versión policial y afirmaron que sólo querían información de la situación de su amigo y que los agentes respondieron propinándoles golpes. Uno de los denunciantes se enfadó cuando el inspector les señaló a los seguidores que se sitúan en el fondo norte de Son Moix como simpatizantes de los movimientos neonazis. Los otros tres no hicieron ningún tipo de comentario ante estas acusaciones.
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