La selección sudamericana fue una de las primeras en viajar a Sudáfrica. Los hombres de Diego Armando Maradona fueron los terceros en llegar tras Australia y Brasil a la sede mundialista, pero los argentinos viajaron acompañados por un grupo de gente nada deseable.
En el avión oficial del combinado albiceleste viajaban 22 hinchas ultras, reconocidos por la justicia de su país como causantes de altercados en los partidos de la liga doméstica. Uno de los ocupantes de este vuelo era Ariel Pugliese, líder de la hinchada de Chicago y que fue investigado en 2007 por el asesinato de un aficionado. Además, un año después fue tiroteado tras un encuentro por involucrarse en una pelea.
Hasta el momento, nadie se ha responsabilizado del pago del viaje de estos aficionados pese a ir en el vuelo oficial de la selección. Dichos seguidores se reunirán en unos días con otros 200 aficionados radicales que llegarán agrupados en la asociación Hinchadas Unidas Argentinas.
En el avión oficial del combinado albiceleste viajaban 22 hinchas ultras, reconocidos por la justicia de su país como causantes de altercados en los partidos de la liga doméstica. Uno de los ocupantes de este vuelo era Ariel Pugliese, líder de la hinchada de Chicago y que fue investigado en 2007 por el asesinato de un aficionado. Además, un año después fue tiroteado tras un encuentro por involucrarse en una pelea.
Hasta el momento, nadie se ha responsabilizado del pago del viaje de estos aficionados pese a ir en el vuelo oficial de la selección. Dichos seguidores se reunirán en unos días con otros 200 aficionados radicales que llegarán agrupados en la asociación Hinchadas Unidas Argentinas.
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