Suerte que el Barça ganó la Champions y el enfado fue más llevadero. Cientos de culés quedaron atrapados después de la final en el aeropuerto de Stansted, en el que se cancelaron algunos vuelos y se registraron retrasos de hasta seis horas, además de escenas de tensión que causaron la indignación de aficionados que criticaron la falta de información y de previsión de las autoridades.
El 90% de los chárteres de los hinchas del Barça salían del aeropuerto londinense de Stansted. Como suele ser habitual en estas citas, los aficionados llegaron en grandes aglomeraciones al emplazamiento y se encontraron con que todos tenían que pasar por la misma puerta. Eso propició el efecto embudo que llevó al retraso de muchos vuelos, con el consiguiente enfado de los socios, la mayoría afónicos tras el gran triunfo del Barça ante el Manchester United. «El embotellamiento ha sido brutal, la puerta de acceso era muy estrecha y todos debían pasar por el mismo sitio. La organización ha sido nefasta», comentaba un socio, acompañado de otros hinchas igualmente disgustados. «Nos hemos encontrado muy solos, no había personal en el aeropuerto ni información por los altavoces», lamentaba una chica.
Hacia las cuatro de la madrugada empezaron a llegar al aeropuerto de El Prat los primeros aficionados que estuvieron presentes en el mágico duelo de Wembley. En total, debían llegar más de 15.000 personas distribuidas en 121 aviones. Las caras de felicidad por el éxito del equipo de Pep Guardiola contrastaban con sus críticas por la falta de previsión que causó un caos en el viaje de regreso.
«VERGONZOSO Y DESASTROSO» / Entre los aficionados se barajaba la posibilidad de presentar alguna queja por el desbarajuste vivido. «No hay reclamación que pueda pagar lo que ha sucedido aquí con la gente mayor, que lo ha pasado mal, y con muchos niños que estaban ilusionados con todo lo que había pasado en Wembley», protestaba una señora. «Ha sido vergonzoso, desastroso. Un club como el Barça no se merece una vuelta así de su afición. Por suerte, tenemos la Champions y con eso pagamos todo», aseguraba otro aficionado. Esa felicidad por la cuarta Copa de Europa unía a todos los barcelonistas.
El 90% de los chárteres de los hinchas del Barça salían del aeropuerto londinense de Stansted. Como suele ser habitual en estas citas, los aficionados llegaron en grandes aglomeraciones al emplazamiento y se encontraron con que todos tenían que pasar por la misma puerta. Eso propició el efecto embudo que llevó al retraso de muchos vuelos, con el consiguiente enfado de los socios, la mayoría afónicos tras el gran triunfo del Barça ante el Manchester United. «El embotellamiento ha sido brutal, la puerta de acceso era muy estrecha y todos debían pasar por el mismo sitio. La organización ha sido nefasta», comentaba un socio, acompañado de otros hinchas igualmente disgustados. «Nos hemos encontrado muy solos, no había personal en el aeropuerto ni información por los altavoces», lamentaba una chica.
Hacia las cuatro de la madrugada empezaron a llegar al aeropuerto de El Prat los primeros aficionados que estuvieron presentes en el mágico duelo de Wembley. En total, debían llegar más de 15.000 personas distribuidas en 121 aviones. Las caras de felicidad por el éxito del equipo de Pep Guardiola contrastaban con sus críticas por la falta de previsión que causó un caos en el viaje de regreso.
«VERGONZOSO Y DESASTROSO» / Entre los aficionados se barajaba la posibilidad de presentar alguna queja por el desbarajuste vivido. «No hay reclamación que pueda pagar lo que ha sucedido aquí con la gente mayor, que lo ha pasado mal, y con muchos niños que estaban ilusionados con todo lo que había pasado en Wembley», protestaba una señora. «Ha sido vergonzoso, desastroso. Un club como el Barça no se merece una vuelta así de su afición. Por suerte, tenemos la Champions y con eso pagamos todo», aseguraba otro aficionado. Esa felicidad por la cuarta Copa de Europa unía a todos los barcelonistas.
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