El gran derbi de Viena, entre el Rapid y el Austria, ha terminado este domingo en un escándalo al saltar cientos de los fanáticos del Rapid al campo de juego, forzando la suspensión del encuentro, clave para el desenlace de la liga austríaca.El Austria de Viena, que todavía tiene posibilidades de hacerse con el título a una jornada del final de temporada, iba ganando 2-0 cuando cientos de enfurecidos fanáticos del Rapid invadieron el terreno de juego en el minuto 26 de la primera parte.
Los jugadores de ambos equipos huyeron a los vestuarios y al ver después de media hora que no se podía restablecer su seguridad, el árbitro decidió suspender el encuentro.
La policía detuvo a varios de "hooligans" del Rapid, que habían asaltado la cancha encapuchados.
Ya antes del encuentro, un grupo de fanáticos del club verdiblanco había atacado con pedradas el autobús del Austria de Viena, aunque sin causar heridos.
Según la prensa deportiva austríaca, con toda seguridad el encuentro será contabilizado con un 3-0 para el Austria, mientras que el Rapid se enfrenta una dura sanción de parte de la Federación austríaca de Fútbol.
A falta de la última ronda de la liga, el próximo miércoles, el Sturm Graz va primero con 63 puntos, delante del Austria de Viena, con 61 unidades y el Red Bull Salzburgo, que con 60 puntos ya no tiene opciones.
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