Al consejo de administración que preside Manuel Llorente le ha salido una china en el zapato. Y dependerá de la forma en la que maneje la situación a partir de ahora, la cuestión se puede convertir en un serio problema o reducirse, en cambio, a una larga espera por parte de los que se sienten afectados en estos momentos. Se trata simplemente de la reclamación de la peña Yomus y de parte del colectivo que engloba Gol Gran de habilitar una zona del campo de Mestalla como Grada Joven.
Es una reivindicación que llevan haciendo desde hace bastante tiempo a los dirigentes, pero los integrantes de estas dos peñas -importantes por lo que significan en cada partido que se disputa en Mestalla- optaron el sábado por la tarde contra la Real por dar un paso más. Nada más finalizar la primera parte, uno a uno los Yomus fueron abandonando sus localidades en la esquina del fondo norte para trasladarse hasta el fondo contrario (Gol Sur), justo detrás de la portería que en la segunda parte iba a ocupar la Real Sociedad.
El cómo consiguieron sortear las medidas de seguridad es una incógnita, pero es evidente que los servicios de seguridad del club decidieron mirar para otro lado para evitar seguramente que el conflicto fuera a más. Algunos miembros de la peña Gol Gran (en la esquina de ese mismo fondo) decidieron sumarse a esta iniciativa, aunque hay matices al respecto. «Somos bastantes los que no queremos mezclarnos con los Yomus», afirmaba ayer un miembro de Gol Gran.
La verdad es que la presencia de varias decenas de estos jóvenes en su mayoría seguidores en el Gol Sur motivó el malestar de los espectadores que ocupaban su sitio en esa zona, hasta el punto de que la mayoría optó por buscarse otra butaca. La reivindicación de unos y la permisividad del club provocó el daño a otros.
El Valencia asegura que no es fácil encontrar un hueco para establecer esta Grada Joven (que tendría precios más asequibles), ya que hay que tener en cuenta que el viejo Mestalla está prácticamente copado de abonados y no es fácil vaciar y reubicar a los que se sentirían afectados. Una de las respuestas que se han ofrecido a los peñistas es que esta cuestión está en estudio de cara al futuro Mestalla. Y por lo tanto, va para largo porque las obras siguen paradas y no hay a corto plazo dinero para que allí se vuelva a trabajar.
Son bastantes equipos de Primera los que en sus estadios tienen una zona así, situada detrás de la portería. Se busca con ello crear un mejor ambiente y es verdad que en la segunda parte contra la Real y pese a que el juego del Valencia fue bastante mediocre, desde el fondo sur se animó bastante y a ello se enganchó el resto del estadio.
Lo que será beneficioso sin duda para el equipo se puede transformar en el primer serio encontronazo de la directiva de Llorente con un sector de los aficionados, un pequeño grupo pero tan animado que requiere un trato delicado.
Es una reivindicación que llevan haciendo desde hace bastante tiempo a los dirigentes, pero los integrantes de estas dos peñas -importantes por lo que significan en cada partido que se disputa en Mestalla- optaron el sábado por la tarde contra la Real por dar un paso más. Nada más finalizar la primera parte, uno a uno los Yomus fueron abandonando sus localidades en la esquina del fondo norte para trasladarse hasta el fondo contrario (Gol Sur), justo detrás de la portería que en la segunda parte iba a ocupar la Real Sociedad.
El cómo consiguieron sortear las medidas de seguridad es una incógnita, pero es evidente que los servicios de seguridad del club decidieron mirar para otro lado para evitar seguramente que el conflicto fuera a más. Algunos miembros de la peña Gol Gran (en la esquina de ese mismo fondo) decidieron sumarse a esta iniciativa, aunque hay matices al respecto. «Somos bastantes los que no queremos mezclarnos con los Yomus», afirmaba ayer un miembro de Gol Gran.
La verdad es que la presencia de varias decenas de estos jóvenes en su mayoría seguidores en el Gol Sur motivó el malestar de los espectadores que ocupaban su sitio en esa zona, hasta el punto de que la mayoría optó por buscarse otra butaca. La reivindicación de unos y la permisividad del club provocó el daño a otros.
El Valencia asegura que no es fácil encontrar un hueco para establecer esta Grada Joven (que tendría precios más asequibles), ya que hay que tener en cuenta que el viejo Mestalla está prácticamente copado de abonados y no es fácil vaciar y reubicar a los que se sentirían afectados. Una de las respuestas que se han ofrecido a los peñistas es que esta cuestión está en estudio de cara al futuro Mestalla. Y por lo tanto, va para largo porque las obras siguen paradas y no hay a corto plazo dinero para que allí se vuelva a trabajar.
Son bastantes equipos de Primera los que en sus estadios tienen una zona así, situada detrás de la portería. Se busca con ello crear un mejor ambiente y es verdad que en la segunda parte contra la Real y pese a que el juego del Valencia fue bastante mediocre, desde el fondo sur se animó bastante y a ello se enganchó el resto del estadio.
Lo que será beneficioso sin duda para el equipo se puede transformar en el primer serio encontronazo de la directiva de Llorente con un sector de los aficionados, un pequeño grupo pero tan animado que requiere un trato delicado.
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