Uno de los tres autocares fletados por la Federación de Peñas del Real Zaragoza para llevar aficionados hasta San Sebastián fue alcanzado ayer por la tarde por las piedras y ladrillos lanzados por un grupo de hinchas radicales de la Real Sociedad (probablemente de la peña Mujika) que los estaban esperando a la llegada a la capital donostiarra. El incidente tuvo lugar cuando los tres se encontraban parados en un semáforo y cargaron contra el que estaba situado en el último lugar. Los impactos de esos objetos provocaron que dos lunas del vehículo, concretamente la situada en la parte trasera y una de las laterales, quedarán dañadas pero sin llegar a romperse. Al no saltar cristales y no penetrar los objetos lanzados dentro del autobús no se produjeron heridos entre los seguidores zaragocistas que viajaban en el mismo. También hubo desperfectos en la carrocería del autocar, pero que no impidieron que pudiera seguir circulando luego con normalidad.
Tras tener constancia de lo sucedido con el autocar de las peñas del Zaragoza se personó en el lugar de los hechos una dotación de la Ertzaina, que desde entonces estuvo acompañando a los seguidores zaragocistas hasta que emprendieron el viaje de regreso para evitar que pudieran ser atacados de nuevo por los seguidores más radicales de la Real Sociedad. La Policía Autonómica Vasca puso primero a buen recaudo los tres autobuses y los tuvo vigilados en todo momento. Los aficionados del Zaragoza entraron en Anoeta escoltados por la policía, aunque sorprendentemente lo hicieron por la misma zona por la que accedieron al campo los componentes de la peña Mújika, que se dedicaron a increparlos, y después del encuentro también los acompañaron hasta que se montaron en los autocares y partieron hacia Zaragoza. Dentro del estadio no hubo incidentes.
En total, en los autobuses organizados por la Federación de Peñas del Zaragoza realizaron el desplazamiento a San Sebastián 160 aficionados zaragocistas. Todo ellos, a pesar del apedreamiento de los autocares, pudieron luego volver con normalidad a la capital aragonesa.
Tras tener constancia de lo sucedido con el autocar de las peñas del Zaragoza se personó en el lugar de los hechos una dotación de la Ertzaina, que desde entonces estuvo acompañando a los seguidores zaragocistas hasta que emprendieron el viaje de regreso para evitar que pudieran ser atacados de nuevo por los seguidores más radicales de la Real Sociedad. La Policía Autonómica Vasca puso primero a buen recaudo los tres autobuses y los tuvo vigilados en todo momento. Los aficionados del Zaragoza entraron en Anoeta escoltados por la policía, aunque sorprendentemente lo hicieron por la misma zona por la que accedieron al campo los componentes de la peña Mújika, que se dedicaron a increparlos, y después del encuentro también los acompañaron hasta que se montaron en los autocares y partieron hacia Zaragoza. Dentro del estadio no hubo incidentes.
En total, en los autobuses organizados por la Federación de Peñas del Zaragoza realizaron el desplazamiento a San Sebastián 160 aficionados zaragocistas. Todo ellos, a pesar del apedreamiento de los autocares, pudieron luego volver con normalidad a la capital aragonesa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario