La SD Logroñés se desmarcó ayer con un comunicado oficial de los incidentes que se produjeron el domingo en Nájera antes de la disputa del partido entre el Náxara y el Toledo. Los altercados fueron al parecer provocados por varios aficionados de Logroño que iniciaron la pelea contra seguidores locales y visitantes. En un primer momento, Marta Martínez, alcaldesa de la localidad, se apoyó en un informe policial para señalar que se trataba de aficionados de la Sociedad Deportiva Logroñés, sin embargo, ayer rectificó al reconocer que «no está claro ni se puede asegurar quién provocó los incidentes». Tampoco parece que se vayan a esclarecer demasiado los acontecimientos, pues no hubo detenidos ni identificaciones, y aunque en un principio las informaciones apuntaban a un herido, no se tiene constancia de que fuese tratado en el centro de salud najerino.
El equipo blanquirrojo, afectado por los comentarios vertidos durante la jornada dominical y las informaciones oficiales que apuntaban a sus seguidores, negó cualquier implicación de éstos en los incidentes de Nájera: «La SD Logroñés condena cualquier acción violenta y niega rotundamente su vinculación con los altercados».
Los responsables blanquirrojos apuntan en su nota que iniciaron «una investigación interna para conocer si algún socio de la entidad se había visto involucrado», llegando a la conclusión de que «ninguno de ellos había participado». De haber descubierto a los culpables entre sus aficionados, «la Junta Directiva hubiera determinado su expulsión inmediata del club».
Eduardo Guerra, presidente de la entidad blanquirroja, se mostró «bastante disgustado y sorprendido sobre las informaciones surgidas». «Estamos complemente seguros que de que nadie de nuestro club provocó los incidentes», indicó. Además, Guerra explicó que querían dejar claro su inocencia para que «esto no derive en problemas con la gente de Nájera en futuros enfrentamientos entre los dos equipos» y denunció que «se había provocado un daño innecesario al prestigio del club apuntando de una forma incomprensible a nuestros aficionados».
El equipo blanquirrojo, afectado por los comentarios vertidos durante la jornada dominical y las informaciones oficiales que apuntaban a sus seguidores, negó cualquier implicación de éstos en los incidentes de Nájera: «La SD Logroñés condena cualquier acción violenta y niega rotundamente su vinculación con los altercados».
Los responsables blanquirrojos apuntan en su nota que iniciaron «una investigación interna para conocer si algún socio de la entidad se había visto involucrado», llegando a la conclusión de que «ninguno de ellos había participado». De haber descubierto a los culpables entre sus aficionados, «la Junta Directiva hubiera determinado su expulsión inmediata del club».
Eduardo Guerra, presidente de la entidad blanquirroja, se mostró «bastante disgustado y sorprendido sobre las informaciones surgidas». «Estamos complemente seguros que de que nadie de nuestro club provocó los incidentes», indicó. Además, Guerra explicó que querían dejar claro su inocencia para que «esto no derive en problemas con la gente de Nájera en futuros enfrentamientos entre los dos equipos» y denunció que «se había provocado un daño innecesario al prestigio del club apuntando de una forma incomprensible a nuestros aficionados».
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