La Comisión de Disciplina del FC Barcelona tiene previsto actuar contra los aficionados, si son socios, que insultaron a los jugadores durante el vuelo a Gijón de ayer por la mañana llegándoles a calificar de “mercenarios”. La queja de una veintena de seguidores responde a la falta de contacto con el equipo durante los desplazamientos. El malestar entre la plantilla, el cuerpo técnico y los directivos desplazados era muy fuerte ya que se considera inaceptable recibir este tipo de insultos.
El club azulgrana tenía constancia de que el grupo Seguiment FCB, que se desmarcó de los insultos, quería hacer un comunicado que recibieron en mano Gerard Piqué y el delegado Carles Naval reclamando más contacto con los jugadores, en especial, hacia los niños.
Las medidas que se están tomando buscan además poner freno a un grupo de aficionados que hacían de intermediarios haciendo negocio al vender los billetes a extranjeros y prometer que tendrían fotos y autógrafos con los cracks.
Paralelamente, el club ha convocado una reunión para mañana a la cúpula de Seguiment FCB, con la que hay buena relación y se trabaja para llegar a acuerdos. Nacho Mestre, director general, y Pere Jansà, director del Área Social, serán los representantes de la entidad azulgrana en dicha cumbre.
Entrenamiento vetado para quien grabó en el avión
Por otra parte, el club no ha dejado ver hoy el entrenamiento de la Ciutat Esportiva a socios que, una vez identificados, filmaron imágenes dentro del avión rumbo a Gijón contraviniendo de esta forma las normas pactadas en el documento que firmaron en el momento de adquirir el billete. La entidad azulgrana sí ha permitido que entraran los socios que se comportaron siguiendo la normativa.
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