Los ultras del Rapid de Viena se dejaron notar en Valencia desde primera hora de la mañana. De hecho, tuvieron que llegar escoltados por efectivos de la Policía Nacional al estadio de Mestalla ayer por la noche después de provocar altercados en el centro de la ciudad. Unos incidentes que no pasaron a mayores gracias a la actuación policial. El partido ante el Valencia había sido declarado de alto riesgo por la comisión antiviolencia debido a la llegada masiva de aficionados austriacos. Cerca de 3.000 hinchas del Rapid de Viena estuvieron en la capital.
Por la tarde, en las inmediaciones de la calle Navellos de Valencia, algunos exaltados tiraron mesas y sillas de las terrazas de los bares que hay en la zona. Los altercados provocaron que los agentes de policía tuvieran que concentrar a la hinchada rival en el cauce del río para tenerlos controlados lo máximo posible. No hubo detenidos
A la hinchada del Rapid de Viena hubo que unir a los cientos de ultras del Nápoles que estuvieron en Valencia en las horas previas al partido ante el Villarreal, también de la Europa League. Los italianos se dejaron notar por las calles de la capital valenciana.
De hecho, en la avenida de Campanar hubo de intervenir la policía después de que se localizara a varios ultras del Nápoles con palos. Por la mañana también se actuó para retener a varios aficionados rivales que ocupaban algunos bares de la zona de Campanar. Cinco furgonetas de la Policía Nacional se acercaron hasta la zona en la que existían problemas y cachearon a varios de los ultras que campaban por las inmediaciones de la avenida de Campanar.
La imagen en el viejo cauce del Túria con cientos de ultras del Rapid de Viena custodiados por varias unidades de la Policía Nacional fue espectacular. Los austriacos, que ya se desplzaron en masa en el partido ante el Villarreal durante la fase de grupos, se dejaron notar en su camino al estadio con cánticos y arengas a favor de su equipo.
El de ayer fue un día complicado para los cuerpos y fuerzas de seguridad debido a la presencia de miles de seguidores de dos equipos europeos como el Nápoles y el Rapid de Viena. De hecho, la comisión antiviolencia también había declarado de alto riesgo el encuentro entre el Villarreal y el conjunto italiano.
La actuación policial, finalmente, fue fundamental para los pequeños altercados que se produjeron no pasaran a mayores a lo largo del día. Las calles céntricas de Valencia, con la plaza de la Reina como epicentro para la afición rival.
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