Un total de 64 aficionados irlandeses que tenían previsto volar de Madrid a Gran Canaria para presenciar el próximo miércoles un partido de fútbol entre las selecciones de España e Irlanda del Norte fueron obligados en la madrugada de ayer a bajar del avión por la compañía Iberia por ir borrachos y causar alborotos en la aeronave.
La hora prevista para el despegue del vuelo eran las 23.55. Pero parte del pasaje presentaba síntomas de embriaguez y estaba alterando el orden, lo que llevó al comandante del avión a negarse a tomar aire en esas condiciones. La tripulación hizo desembarcar a los 153 pasajeros y denegó el embarque a 64 de ellos, mientras que el resto volvió a subir al avión, que despegó a la 1.43.
De los viajeros que se quedaron, 60 pidieron excusas, por lo que fueron trasladados a hoteles y volaron ayer por la mañana. Otros cuatro, que no variaron su comportamiento, perdieron el billete.
De los viajeros que se quedaron, 60 pidieron excusas, por lo que fueron trasladados a hoteles y volaron ayer por la mañana. Otros cuatro, que no variaron su comportamiento, perdieron el billete.
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