Los brotes de violencia suelen ser escasos y aislados entre la afición del Granada CF. Sin embargo, algo que algunos pueden observar desde fuera como una chiquillería o que el propio autor considerará como un acto de amor a sus colores, puede costarle caro a un club de fútbol, en este caso, al rojiblanco. La Ley 19/2007 contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte califica de «graves» incidentes como los ocurridos el pasado domingo en el estadio Nuevo Los Cármenes, dentro y fuera.
Tanto la introducción de dos botes de humo y su posterior suelta en las gradas bajas del fondo sur antes del inicio del choque, acto que el colegiado recogió en su acta con el atenuante añadido de que no retrasó el comienzo del choque, como la posterior rotura de una luna de un autobús que trasladó a aficionados del Baza hasta Granada, ya concluido el partido y en los aledaños del campo, son considerados actos violencia por la citada ley, que prohíbe expresamente «introducir, portar o utilizar cualquier clase de armas o de objetos que pudieran producir los mismo efectos, así como bengalas, petardos, explosivos, o en general, productos inflamables, fumíferos (de humo) o corrosivos» y considera conductas violentas «la agresión en los recintos deportivos, en sus aledaños o en los medios de transporte organizados para acudir a los mismos».
También al responsable
Si la Comisión Nacional contra la violencia en los Espectáculos Deportivos actúa en consecuencia y califica de graves los incidentes, la multa que puede recaer sobre el Granada CF no será inferior a 3.000 euros, como mínimo. Pero no sólo el club puede pagar. Si el responsable es identificado, Antiviolencia también puede sancionarlo, con una multa similar y con la prohibición de entrada a un espectáculo deportivo en un período de tiempo que suele ir de 6 a 12 meses en casos similares.
El Granada CF, conocedor de que la sanción puede ser ejemplar, a pesar de que los antecedentes son inexistentes esta temporada, en virtud de los antecedentes sufrido por otros clubes, ha decidido poner freno a estos brotes aislados de violencia y tomará medidas para atajar el problema, evitar que estos incidentes se repitan ni vayan a más y que la afición rojiblanca, considerada normalmente apacible, no empiece a ser tachada de ‘hinchada’ beligerante y violenta.
«Estamos recabando información sobre quién ha podido ser. Y si hay que denunciar a Antiviolencia, se hará», señaló de forma taxativa a IDEAL el vicepresidente del club, Raimundo Pérez, quien en el momento de la conversación con este periódico confesó desconocer si el uso de botes de humo era sancionable. «Nos interesa evitar que haya cualquier brote (de violencia). Si podemos poner medios para que no ocurra, lo haremos. Habrá que estudiar si, legalmente, tenemos capacidad para actuar sobre la persona que cometió el incidente del autobús fuera del campo», avanzó Raimundo Pérez, quien añadió que «no sabemos si es alguien relacionado con la Sección Kolokón», peña de aficionados rojiblancos que se ubican en el fondo sur bajo del estadio, donde precisamente se soltaron los dos botes de humo reflejados en el acta del partido por el árbitro.
Pérez hizo referencia a un vídeo que estuvo ‘colgado’ ayer tarde en el sitio web YouTube que, al parecer, recogía imágenes del incidente de los botes de humo y en el cual se podía identificar al autor o autores de los hechos, aunque fue retirado posteriormente. El propio vicepresidente del Granada CF adelantó que estos incidentes serán un «punto principal» en el orden del día de la reunión que mantendrá la junta directiva esta semana, en las horas previas al encuentro del próximo domingo contra el Lorca, choque que se disputará en el Nuevo Los Cármenes.
El encuentro del pasado domingo contra el Baza no fue considerado de alto riesgo, pero sí que estuvo catalogado como de vigilancia especial, debido a antecedentes leves por violencia entre sectores de ambas aficiones, motivo por el cual se reforzó el operativo de seguridad policial habitual. De hecho, los autobuses con aficionados bastetanos fueron escoltados, de ahí que desde el club no entiendan cómo se produjo el incidente y por qué no se identificó al/los autor/es.
Tanto la introducción de dos botes de humo y su posterior suelta en las gradas bajas del fondo sur antes del inicio del choque, acto que el colegiado recogió en su acta con el atenuante añadido de que no retrasó el comienzo del choque, como la posterior rotura de una luna de un autobús que trasladó a aficionados del Baza hasta Granada, ya concluido el partido y en los aledaños del campo, son considerados actos violencia por la citada ley, que prohíbe expresamente «introducir, portar o utilizar cualquier clase de armas o de objetos que pudieran producir los mismo efectos, así como bengalas, petardos, explosivos, o en general, productos inflamables, fumíferos (de humo) o corrosivos» y considera conductas violentas «la agresión en los recintos deportivos, en sus aledaños o en los medios de transporte organizados para acudir a los mismos».
También al responsable
Si la Comisión Nacional contra la violencia en los Espectáculos Deportivos actúa en consecuencia y califica de graves los incidentes, la multa que puede recaer sobre el Granada CF no será inferior a 3.000 euros, como mínimo. Pero no sólo el club puede pagar. Si el responsable es identificado, Antiviolencia también puede sancionarlo, con una multa similar y con la prohibición de entrada a un espectáculo deportivo en un período de tiempo que suele ir de 6 a 12 meses en casos similares.
El Granada CF, conocedor de que la sanción puede ser ejemplar, a pesar de que los antecedentes son inexistentes esta temporada, en virtud de los antecedentes sufrido por otros clubes, ha decidido poner freno a estos brotes aislados de violencia y tomará medidas para atajar el problema, evitar que estos incidentes se repitan ni vayan a más y que la afición rojiblanca, considerada normalmente apacible, no empiece a ser tachada de ‘hinchada’ beligerante y violenta.
«Estamos recabando información sobre quién ha podido ser. Y si hay que denunciar a Antiviolencia, se hará», señaló de forma taxativa a IDEAL el vicepresidente del club, Raimundo Pérez, quien en el momento de la conversación con este periódico confesó desconocer si el uso de botes de humo era sancionable. «Nos interesa evitar que haya cualquier brote (de violencia). Si podemos poner medios para que no ocurra, lo haremos. Habrá que estudiar si, legalmente, tenemos capacidad para actuar sobre la persona que cometió el incidente del autobús fuera del campo», avanzó Raimundo Pérez, quien añadió que «no sabemos si es alguien relacionado con la Sección Kolokón», peña de aficionados rojiblancos que se ubican en el fondo sur bajo del estadio, donde precisamente se soltaron los dos botes de humo reflejados en el acta del partido por el árbitro.
Pérez hizo referencia a un vídeo que estuvo ‘colgado’ ayer tarde en el sitio web YouTube que, al parecer, recogía imágenes del incidente de los botes de humo y en el cual se podía identificar al autor o autores de los hechos, aunque fue retirado posteriormente. El propio vicepresidente del Granada CF adelantó que estos incidentes serán un «punto principal» en el orden del día de la reunión que mantendrá la junta directiva esta semana, en las horas previas al encuentro del próximo domingo contra el Lorca, choque que se disputará en el Nuevo Los Cármenes.
El encuentro del pasado domingo contra el Baza no fue considerado de alto riesgo, pero sí que estuvo catalogado como de vigilancia especial, debido a antecedentes leves por violencia entre sectores de ambas aficiones, motivo por el cual se reforzó el operativo de seguridad policial habitual. De hecho, los autobuses con aficionados bastetanos fueron escoltados, de ahí que desde el club no entiendan cómo se produjo el incidente y por qué no se identificó al/los autor/es.
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