El Real Madrid, la Federación Española de Fútbol y la Policía Nacional tienen en su mano evitar en parte un movimiento que se está preparando y que nace de los aficionados más radicales del club con motivo del próximo partido de la selección en el Santiago Bernabéu contra Suecia, que se disputa el sábado 17 de noviembre. La intención de los «ultras» blancos es montar un acto de desagravio a Raúl, que desde hace más de un año no es llamado por Luis Aragonés para la selección. Hasta aquí no habría el más mínimo problema porque están en su derecho de solidarizarse con su capitán e incluso de exigir públicamente su convocatoria, pero el riesgo que engendran situaciones parecidas en general y más ésta en particular es que después se les escape de las manos a los organizadores de la iniciativa y se corre el riesgo de que no sólo se convierta en un acto pro-Raúl, sino también en una manifestación contra el seleccionador.
Localizados en el fondo sur
Según ha podido saber este periódico en el último partido de la selección en el Bernabéu, contra Dinamarca el pasado marzo, las fuerzas de seguridad retiraron bastantes pancartas vejatorias contra Luis Aragonés en las que se le faltaba al respeto y se le insultaba gravemente. Una situación parecida se podría estar gestando para este encuentro, acrecentada por la polémica renovada ante la ausencia del jugador. Ya en el último partido del Real Madrid en casa se animó desde algunos sectores a que los aficionados reclamaran la presencia de Raúl, pero la movilización apenas tuvo éxito y sólo se pudieron ver algunas pancartas al respecto favorables al futbolista blanco, pero en ningún caso en contra de Luis.
Normalmente cuando llega un partido tan trascendental como éste los aficionados más radicales del Real Madrid solicitan al club que les proporcione entradas en la misma ubicación que ocupan en el estadio en todos los partidos del equipo blanco y suelen recibir refuerzos de otras peñas ultras de distintas ciudades de España. De repetirse el modo de acceso a las localidades de estos aficionados, tanto el Real Madrid como la Federación y la Policía los tendrán localizados y así puede ser más fácil evitar que entren al estadio con localidades desde las que puedan atentar contra el seleccionador y alterar la convivencia en un partido clave en la clasificación para la Eurocopa.
Por supuesto que es inevitable la reacción verbal de los mencionados hinchas, pero sí se debería controlar absolutamente todas y cada una de las pancartas que puedan colocar en el estadio, incluso aquellas que se ponen bastantes horas antes del comienzo del partido y siempre en posiciones estratégicas para que sean captadas por las cámaras de televisión.
En el último partido del Real Madrid que Luis Aragonés presenció en directo en el palco del Bernabéu ya fue maltratado por algunos aficionados y sería muy triste que se aprovechara este encuentro para convertirle en protagonista cuando lo importante es que España esté en junio en Suiza y Austria.
Localizados en el fondo sur
Según ha podido saber este periódico en el último partido de la selección en el Bernabéu, contra Dinamarca el pasado marzo, las fuerzas de seguridad retiraron bastantes pancartas vejatorias contra Luis Aragonés en las que se le faltaba al respeto y se le insultaba gravemente. Una situación parecida se podría estar gestando para este encuentro, acrecentada por la polémica renovada ante la ausencia del jugador. Ya en el último partido del Real Madrid en casa se animó desde algunos sectores a que los aficionados reclamaran la presencia de Raúl, pero la movilización apenas tuvo éxito y sólo se pudieron ver algunas pancartas al respecto favorables al futbolista blanco, pero en ningún caso en contra de Luis.
Normalmente cuando llega un partido tan trascendental como éste los aficionados más radicales del Real Madrid solicitan al club que les proporcione entradas en la misma ubicación que ocupan en el estadio en todos los partidos del equipo blanco y suelen recibir refuerzos de otras peñas ultras de distintas ciudades de España. De repetirse el modo de acceso a las localidades de estos aficionados, tanto el Real Madrid como la Federación y la Policía los tendrán localizados y así puede ser más fácil evitar que entren al estadio con localidades desde las que puedan atentar contra el seleccionador y alterar la convivencia en un partido clave en la clasificación para la Eurocopa.
Por supuesto que es inevitable la reacción verbal de los mencionados hinchas, pero sí se debería controlar absolutamente todas y cada una de las pancartas que puedan colocar en el estadio, incluso aquellas que se ponen bastantes horas antes del comienzo del partido y siempre en posiciones estratégicas para que sean captadas por las cámaras de televisión.
En el último partido del Real Madrid que Luis Aragonés presenció en directo en el palco del Bernabéu ya fue maltratado por algunos aficionados y sería muy triste que se aprovechara este encuentro para convertirle en protagonista cuando lo importante es que España esté en junio en Suiza y Austria.
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